El ministro de trabajo de Alemania, Hubertus Heil, ha expresado este miércoles su intención de mantener operativas todas las sedes de producción del grupo Volkswagen en Alemania al calor de los planes de reducción de costes que tiene previsto acometer la automovilística ante la caída de las ventas.
Tal y como recogen medios locales consultados por Europa Press, el responsable de trabajo del Ejecutivo de Olaf Scholz ha asegurado que es «necesario» garantizar la operatividad de los centros de producción locales y evitar «despidos forzosos».
«Hay que negociar ya. Es el momento de la colaboración industrial y social», ha aseverado Heil durante una entrevista este miércoles cuando tiene previsto reunirse la dirección de la empresa con los representantes de los trabajadores para avanzar en una solución pactada ante la decisión laboral de la compañía.
Según Heil, hay problemas empresariales que resolver tras haberse cometido varios errores de gestión aunque ha confirmado el apoyo político del Gobierno alemán a Volkswagen.
«La pelota está ahora del lado de la empresa», ha aclarado Heil, instando al consejo de administración, los comités de empresa y los sindicatos a encontrar soluciones sensatas para asegurar todos los centros de producción.
Berlín admite que esta no es solo una crisis laboral sino que la estabilidad de Volkswagen es vital para asegurar las cadenas de suministro automovilísticas europeas en un momento de fuerte competencia con la irrupción de las marcas chinas en los mercados comunitarios y las guerras comerciales abiertas con Pekín a la espera de lo que pueda suceder con respecto de Estados Unidos ante el resultado de las elecciones presidenciales del próximo mes de noviembre.