El Consejo de Ministros de esta mañana ha dado luz verde a las nuevas políticas activas enfocadas a dinamizar el mercado laboral. Un proyecto de la ministra Fátima Báñez con el que pretende complementar su reforma laboral. «El objetivo en 2010 era que los crecimientos moderados se tradujeran cuanto antes en crecimiento neto de empleo», apunta Báñez. Ahora, según la ministra, nos encontramos ante un tiempo nuevo en el que «el PIB y el empleo se han alineado». Pese a ello, reconoce que más del 60% de los parados son de larga duración y reconoce las dificultades que en estos momentos sufren los colectivos más afectados como los jóvenes, los mayores de 50 años y los trabajadores poco cualificados.
Y es precisamente a esos colectivos a los que va enfocada gran parte del nuevo plan. El objetivo es, según ha dicho Báñez, la formación adaptada a las necesidades de trabajadores y empresas, la vinculación de las políticas activas y pasivas de empleo y el impulso del emprendimiento como alternativa a la busqueda de empleo. Para ello trabajarán conjuntamente con las comunidades autónomas, que «recibirán fondos en base a los resultados». Según Báñez, este modelo de reparto evitará desigualdades y nos situará a la vanguardia internacional en políticas activas, «a la altura de países como Alemania y Holanda».
El nuevo plan es por primera vez de carácter plurianual para el periodo 2014-2016. Cuenta con 29 objetivos a largo plazo como la atención personalizada de cada desempleado para garantizar su vuelta al mercado del trabajo. La estrategia contará con tres reglamentos: uno de servicios, otro de programas de empleo y otro de formación profesional entre el empleo. También se endurecerá el sistema sancionador entre empresas y proveedores. Los desempleados contarán además con un «cheque de formación» para elegir el proveedor de cursos formación que más les interese.