El Gobierno declina dar información detallada sobre el escándalo del uso de tarjetas opacas por parte de directivos de Caja Madrid entre 2003 y 2012 alegando que podría perjudicar a la investigación «judicial o interna» del caso, pero asegura que seguirá trabajando para recuperar «todas las cantidades que en derecho correspondan» y minimizar así el coste para los contribuyentes del rescate de 23.000 millones de euros a la entidad.
Así se señala en una respuesta al portavoz adjunto de Economía del PSOE en el Congreso, Antonio Hurtado, quien preguntó por escrito sobre la información que tiene el Ejecutivo respecto del uso de estas tarjetas B: beneficiarios, cantidades, quién las autorizó, durante cuánto tiempo se usaron o qué apoyo estatutario tenían estos gastos.
En su respuesta, el Gobierno recuerda que «se trata de asuntos en fase de investigación judicial o interna«, lo que «impide la facilitación de aquellos datos concretos que pudieran perjudicar la propia investigación», y subraya que «el resultado de estas actuaciones sólo podrá confirmarse una vez hayan concluido los procedimientos».
LO DENUNCIÓ EL FROB
Además, también aprovecha esta respuesta parlamentaria para recordar que ha sido el propio Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) el que ha denunciado estos hechos ante la Justicia, en el marco del protocolo de investigación de operaciones sospechosas en las entidades financieras donde tiene una participación mayoritaria tras el rescate bancario.
Para llevar a cabo esta depuración de posibles responsabilidades de los exdirectivos de los bancos rescatados, se contrató a terceros independientes para que analizaran casi un centenar de operaciones, y ha sido dentro de este proceso en el que se detectó la existencia de las tarjetas opacas de Caja Madrid, ante las que se actuó «rápidamente» remitiendo el asunto a la Fiscalía
De hecho, el FROB está personado en 19 causas penales sobre presuntos delitos relacionados con operaciones financieras o inmobiliarias –entre ellas, la causa general de Bankia, de la que el escándalo de las tarjetas es una pieza separada– y ha remitido una veintena de expedientes más de Catalunya Banc y Novocaixagalicia a la Fiscalía, subraya el Ejecutivo.
LAS COSAS HAN CAMBIADO
Finalmente, también se señala que hoy Bankia es «una marca recuperada, con expectativas de futuro y reconocida en el mercado financiero», tras superar las «graves dificultades» que atravesaba en 2012, y asegura que desde que el equipo gestor que lidera José Ignacio Goirigolzarri tomó las riendas de la entidad las prácticas de usar tarjetas opacas «ha desaparecido completamente».
Además, el FROB «vela por el resarcimiento del posible daño causado por las operaciones ejecutadas por antiguos gestores» de entidades bancarias «de una forma no ajustada a las normas» y, en el caso concreto de las tarjetas ‘B’, «Bankia reclamó a las cuatro personas concernidas» las cantidades que habrían utilizado indebidamente.
«Ya se han recuperado esas cantidades y se ha puesto en conocimiento de la Fundación Caja Madrid el informe sobre las tarjetas para que tome las medidas oportunas», añade la respuesta, subrayando que el objetivo último es «minimizar el coste (del rescate) para el erario público», algo en lo que se seguirá trabajando.
EUROPA PRESS