La vicepresidenta reconoce que «hay que seguir haciendo reformas» en pro de la calidad del empleo
Requiem por la Reforma Laboral. Es en síntesis lo que trasluce de las palabras de la vicepresidenta del Gobierno en funciones, Soraya Saénz de Santamaría, que durante la rueda de prensa del madrugador Consejo de Ministros de hoy afirmaba, por partida doble, que «hay que seguir haciendo reformas «.
Ésto no significa que para conseguir dotar de «estabilidad» el mercado de trabajo se vaya a dar marcha atrás o, como proponen partidos como PSOE y Podemos, «derogar» la Reforma Laboral de 2012 sino que, de repetir mandato, el Gobierno de Mariano Rajoy se mostrará flexible con la aplicación y desarrollo de nuevas propuestas orientadas conseguir «un aumento competitividad dentro de nuestro país», explicaba.
Ahora bien, los cambios que vienen y que dotarán de «calidad» a la contratación no se limitarán sólo al «diseño jurídico – económico de los contratos», puntualizaba. Desde el grupo popular se va a «seguir trabajando por lograr que las empresas generen valor añadido porque indudablemente los contratos y la estabilidad serán mejores».
Cabe recordar en este punto las palabras del ministro de Economía y Competitividad en funciones, Luis de Guindos, durante la reunión de diciembre del Ecofin, en relación a las peticiones de Bruselas de dar un paso más allá en la Reforma Laboral «siempre se pueden perfeccionar, tomar medidas adicionales». Especialmente en materia de políticas activas.
Algo que, por otra parte, según detallan fuentes próximas al Gobierno «ya se recogía en el programa electoral». Así la hoja de ruta que defenderá el Partido Popular los próximos meses -bien desde el Gobierno o bien desde la oposición- pasará por la puesta en marcha de «políticas de empleo modernas» bajo el desarrollo de «un marco de relaciones laborales equilibrado, que facilite los acuerdos entre empresarios y representantes de los trabajadores y la adaptación a la realidad de las empresas, como elementos indispensables para el mantenimiento y la creación de empleo y para combatir la dualidad del mercado de trabajo».
Dudas razonables
Pese a este abrir de puertas que podría convertirse en una de las piezas maestras en las negociaciones para formar Gobierno, los protagonistas del mercado de trabajo sostienen dudas razonables. «Que digan de una vez y de forma clara lo que quieren reformar» ha afirmado Ramón Górriz, secretario confederal de Acción Sindical y número dos de Comisiones Obreras (CCOO) en declaraciones a Diario Financiero, porque «hasta ahora han hecho caso omiso a nuestras peticiones y todo lo que se ha hecho, se ha hecho al servicio de las élites económicas».
No obstante el nuevo panorama político obliga, y Górriz cree factible que, de volver a gobernar, el PP dé un paso adelante en «el diálogo social; en el desarrollo de una nueva política hacia los interlocutores sociales».
Respecto al resto de propuestas que desde los sindicatos realizan para el progreso hacia «un necesario marco democrático de relaciones laborales», no son tan optimistas. Ni la redacción de una nueva Carta de Derechos Laborales -paso previo al desarrollo del nuevo Estatuto de los Trabajadores-, ni el aumento del salario mínimo hasta 800 euros, entre otras, son cuestiones para las que el Gobierno, ahora en funciones, haya dado muestras de cambio, opinan desde Comisiones.
Ahora bien, todo son suposiciones ya que, si bien durante el proceso electoral sí mantuvieron conversaciones con «todos» los grupos políticos, tas el 20D «sólo hemos hablado con Podemos y el Partido Socialista y dentro de un debate franco que pasa por derogar la Reforma Laboral y diseñar un nuevo marco de relaciones laborales», afirma Górriz.
Por su parte, la patronal de los empresarios CEOE (Confederación Española de Organizaciones Empresariales) desde hace meses se vienen manifestando abiertamente a favor de continuar avanzando en el proceso de reformas. La última vez ayer, en un comunicado en el que se valoraban los datos de la EPA (Encuesta de Población Activa) del cuarto trimestre de 2015 y en el que reza que hay que «seguir ahondando en reformas estructurales».
En este apartado, cabe recordar que, el pasado 21 de enero, durante un encuentro sobre el mercado laboral, fuentes de la patronal tacharon poco menos que de caduca la actual reforma laboral, «ha servido para salir de la crisis pero ahora se requieren soluciones inmediatas a demandas que no sabemos cuándo van a aparecer”. Medidas y actuaciones orientadas a dotar de mayor “rapidez y agilidad” al sistema y que estén “vinculadas a la situación económica, que generen certidumbre, confianza y doten de mayor flexibilidad al marco laboral para atraer, además, nuevas inversiones del exterior”.
Posiciones muy próximas las de patronal y sindicatos que ya están sobre la mesa de «un grupo de trabajo a cuatro», afirman fuentes cercanas al marco sindical, y que se plasmarán en «un documento conjunto que plantea un plan de choque acorde con la situación económica que vivimos ahora y en el que se incluirán actuaciones específicas en el ámbito de prestaciones por desempleo.»