El Gobierno español ha firmado este martes un Acuerdo Marco de Cofinanciación con el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola de las Naciones Unidas (FIDA) y estudia ya varios proyectos en Latinoamérica y África Subsahariana para cofinanciarlos a través de créditos a Estados con garantía soberana superior a 40 millones de dólares.
Según ha informado el Ministerio de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación, este acuerdo, que supone «una nueva etapa estratégica» entre ambas partes, lo han firmado la secretaria de Estado de Cooperación Internacional, Ángeles Moreno Bau, y por el presidente del FIDA, Gilbert F. Houngbo, al término de una reunión telemática desde las respectivas sedes.
La firma del acuerdo coincide con el décimo aniversario del Fondo Fiduciario España-FIDA, formalizado en 2010 y con 300 millones de euros provenientes del FONPRODE (Fondo de Promoción para el Desarrollo). Gracias a este Fondo Fiduciario se han financiado en 23 países proyectos de seguridad alimentaria y desarrollo rural.
Según las cifras facilitadas por Exteriores, durante la última década, el Fondo Fiduciario ha hecho posible la adaptación al cambio climático y el rendimiento agrícola de 108.947 de hectáreas, en las que 38.139 se ha instalado regadío. También se ha apoyado a 1.064 empresas rurales, habilitado 918 kilómetros de carretera, construido 328 almacenes y procurado formación agraria a 214.848 personas.
FIDA y España también trabajan juntos en el programa europeo INCLUSIFI, que cuenta con garantías de la Comisión Europea en el marco del Plan Europeo de Inversiones Exteriores e impulsa los
servicios de financiación y el emprendimiento de la población local, así como una canalización eficiente de las remesas de emigrantes en África Subsahariana y Países de la Vecindad Europea.
Según datos de Naciones Unidas, el 80 por ciento de las personas del planeta en extrema pobreza pertenece a comunidades rurales, donde vive cerca de la mitad de la población mundial. El Gobierno considera que la inversión en pequeñas explotaciones, predominantemente familiares, en países de renta media y baja, junto a las infraestructuras rurales y los servicios de extensión
agraria que las apoyan, supone un importante estímulo a la economía
rural y contribuye a la vertebración territorial y, por tanto, a la paz y la seguridad.
Además, en un contexto de crisis, causada por la Covid-19, que ha puesto de manifiesto «la insostenibilidad de los actuales sistemas agroalimentarios», la cooperación española quiere apostar por la agricultura familiar, el acopio local y las dietas sanas y nutritivas, favoreciendo así las cadenas de valor con el enfoque «del campo a la mesa».
España presidirá desde octubre el Comité de Seguridad Alimentaria de Naciones Unidas, órgano que genera directrices y posibilita acuerdos internacionales en políticas de seguridad alimentaria y nutrición.
Además, España apoya la iniciativa del secretario general de las Naciones Unidas para organizar una Cumbre Internacional sobre
Sistemas Alimentarios en 2021 que valorará, entre otros asuntos, la
sostenibilidad de los sistemas, la crisis alimentaria actual acentuada por el impacto del coronavirus y el enfoque apropiado de una salud que tenga en cuenta también la salud medioambiental.
El Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola se creó en 1977 y cuenta con 177 estados miembros. Hasta el momento ha movilizado 26.100 millones de dólares y otros 18.500 de contribuciones; desde 2016 ha realizado también préstamos concesionales y donaciones por 3.186 millones de dólares.
