El Ibex 35 caía un 0,59% hacia la media sesión, por lo que a las 12.00 horas se situaba en los 9.313,5 puntos, acercándose de nuevo al soporte de los 9.300 que casi había tocado en la sesión del jueves.

Este lunes se ha conocido que la producción industrial de Alemania registró en junio un retroceso del 1,5% en comparación con el mes anterior, cuando cayó un 0,1%, mientras que respecto del sexto mes de 2022 experimentó una bajada del 1,7%, según ha informado la Oficina Federal de Estadística (Destatis).

Los inversores permanecen así a la espera de los datos de inflación que se conocerán a lo largo de la semana en tres de las principales economías europeas, Alemania, Francia, España, buscando pistas de hacia dónde podría dirigirse la política monetaria del Banco Central Europeo (BCE).

De esta forma, hacia la media sesión el principal valor alcista era Fluidra (+1,17%), por delante de Banco Sabadell (+0,79%), CaixaBank (+0,77%), Amadeus (+0,60%) e Indra (+0,37%).

Del lado contrario, Solaria se posicionaba como el valor del Ibex 35 con peor desempeño, cayendo un 1,94%, por delante de Acciona (-1,67%), Acciona Energías Renovables (-1,37%), Endesa (-1,35%), Cellnex (-1,24%) y Naturgy (-1,21%).

El resto de los principales índices bursátiles de Europa también cotizaban en ‘rojo’ hacia la media sesión. El DAX alemán caía un 0,36%; el CAC 40 francés, un 0,19%; el FTSE MIB italiano, un 0,40% y el FTSE 100 británico, un 0,48%.

En el mercado de materias primas, hacia la media sesión bursátil europea, el barril de Brent cotizaba en los 85,48 dólares, un 0,85% menos; mientras que el West Texas Intermediate (WTI) se situaba en 82,09 dólares, un 0,88% menos.

De su lado, el rendimiento del bono español con vencimiento a 10 años se situaba en el 3,654%, por delante del 3,592% observado al cierre del viernes. De esta forma, la prima de riesgo de los bonos españoles frente a sus homólogos alemanes cotizaba con un alza de cuatro décimas, hasta los 103,4 puntos básicos.

En el mercado de divisas, hacia la media sesión europea, el euro se depreciaba un 0,35% frente al dólar, situándose en un tipo de cambio en el mercado de 1,0958 dólares por cada unidad de la divisa europea.