La actividad de las parroquias tiene un impacto de 1.386 millones de euros

El impacto derivado de la actividad ordinaria de las 69 diócesis, 23.000 parroquias y Cáritas es de 1.386 millones de euros, lo que supone cinco veces a lo aportado por la asignación tributaria. Según la liquidación definitiva de la asignación facilitada por el Gobierno, en la última declaración presentada (la de 2018, con el IRPF de 2017) fue de 268,48 millones de euros, “un poquito más” de la previsión inicial.

Éstos fueron algunos de los datos que subrayó este jueves el vicesecretario de Asuntos Económicos de la Conferencia Episcopal Española (CEE), Fernando Giménez Barriocanal, que presentó en la sede del episcopado en Madrid las grandes líneas de la ‘Evaluación del impacto socioeconómico de la Iglesia católica en España 2016’, estudio realizado por la consultora internacional EY.

Según dijo, el documento recoge “el efecto económico de anunciar, celebrar y vivir la fe y darse a los demás”.

“El 80% de la contribución económica de la Iglesia católica repercute principalmente en los sectores de ‘Actividades sanitarias y servicios sociales’, ‘Educación’, así como en el sector de ‘Conservación y mantenimiento del patrimonio’, entre otros”, subrayó el responsable económico de los obispos.

En concreto, “el valor del impacto de la labor asistencial y caritativa se centra en la mitigación de la pobreza, casi tres millones de personas en más de 6.000 centros, inmigrantes y empleo, supone más del doble de la inversión realizada”, indicó. Giménez Barriocanal. Lo que invierte la iglesia en estos sectores concretos, desde el punto de vista económico, precisó, “multiplica por dos” los fondos recibidos por la asignación tributaria.

65.000 EMPLEOS

Además, el empleo derivado de diócesis y parroquias ronda los 65.000 puestos de trabajo, de los que 17.000 son sacerdotes. Asimismo, por cada empleado directo de la Iglesia, se generan 0,27 puestos de trabajo adicionales en la economía española, especialmente en los sectores de salud, educación, servicios profesionales y reparación de inmobiliario.

El estudio también subraya que la contribución directa de las universidades católicas fue de 1.168 millones de euros en 2016, con un total de 87.425 alumnos.

Durante la presentación del estudio, siguiendo la línea de “transparencia” de la Iglesia, matizó Giménez Barricoanal, también se repasaron los distintos capítulos de los “presupuestos” del dinero que recibieron en 2016 las diócesis. Así, el 36% (335,8 millones) correspondió a las aportaciones voluntarias de los fieles (básicamente, el denominado “cepillo”), el 24% (222,8 millones) partió de la asignación tributaria por la equis de la Iglesia en la declaración del IRPF y el 20% (193 millones) por “ingresos corrientes” (mayoritariamente estipendios por celebraciones).

Además, se manejaron 113 millones (12%) por ingresos de patrimonio y otras actividades y hubo un 2% (16,3 millones) que tuvo necesidad de financiación, porque parroquias y diócesis tuvieron que dedicar más fondos de los disponibles.

INSTITUCIÓN INCOMPARABLE

Durante la presentación, actuó como portavoz de la consultora EY Alberto Castilla, quien destacó que “es difícil que exista una institución comparable” como la Iglesia para equiparar su impacto económico y social a otra organización, empresa o sector económico.

Giménez Barriocanal fue más allá de lo meramente monetario, pues dijo que “evitar la desigualdad, promover colectivos marginales es también una inversión tremendamente rentable desde el punto de vista social”. “La iglesia hace lo que buenamente puede, no lo hace por rentabilidad económica ni beneficio”, y aunque haya mejorado la situación económica, advirtió de que puede “sorprender” el número de personas que están acudiendo “permanentemente” a los 9.000 centros asistenciales de la Iglesia, donde se están atendiendo “a varios millones de personas en este momento”.