El consejero delegado de Banco Sabadell, Jaime Guardiola, reveló este viernes que la migración tecnológica del banco británico TSB le costó 226 millones de euros, diez veces más de los 22 millones previstos inicialmente.
Guardiola hizo pública esta cifra en la rueda de prensa de presentación de los resultados de la entidad en el primer semestre, cuando redujo sus ganancias un 67,2%, como consecuencia de dicha migración y de la venta de activos tóxicos por valor de 12.200 millones de euros.
De hecho, destacó que, de no haberse producido estos dos factores, el beneficio neto de la entidad, en términos recurrentes, habría aumentado un 24,4%. “Son dos hitos que había que pasar”, afirmó Guardiola, quien reveló también que los problemas derivados de la migración provocaron la salida de 26.000 clientes.
Pese a ello, señaló que, con las medidas tomadas para compensar a los clientes por estos problemas tecnológicos, entre las que destacó el incremento en la remuneración de la cuenta estrella de la entidad, se logró la captación de 20.000 nuevos clientes, con lo que el saldo final reduce la pérdida a 6.000.
Asimismo, indicó que, del coste total, 90 millones se han destinado a una provisión para poder afrontar las futuras incidencias, aunque aseguró que “el grueso” ya se han producido.
En cuanto a la situación actual, explicó que todavía se producen problemas en la operativa de las oficinas y que la situación de los servicios de Internet, la app y el teléfono ya ha sido solucionada.
Por último, mostró su confianza en conseguir la estabilidad operativa al 100% a lo largo de la segunda parte del año para “arrancar 2019 en plenitud de actividad operativa y recuperando el pulso comercial”.
ACCIONES DE SABADELL A LA BAJA
Por otra parte, a la apertura de la sesión bursátil, la acción de Sabadell sufría una caída de alrededor del 6%, tras presentar sus resultados del primer semestre.
Así, los títulos de la entidad financiera cotizaban en 1,33 euros, y era el valor más castigado al comienzo de la jornada en Bolsa. Sabadell obtuvo un beneficio neto de 120 millones de euros entre enero y junio de 2018, lo que supone un descenso del 67,2% en comparación con el mismo periodo del año pasado (368,1 millones).
Este resultado se produce una vez asumidas las provisiones por la reducción de 12.200 millones de activos problemáticos, que “eliminan prácticamente” su exposición inmobiliaria problemática; y por los costes de la migración de su filial en Reino Unido TSB, que serán absorbidos este ejercicio.
De esta manera, sin efectos extraordinarios, el beneficio neto recurrente se incrementa un 24,4% interanual, hasta los 456,8 millones de euros.