El Índice de Precios de Consumo (IPC) de Francia se situó en junio en el 2,2% interanual, lo que representa un incremento de los precios una décima inferior al observado en el mes de mayo, según ha confirmado este viernes el Instituto Nacional de Estadística y Estudios Económicos (Insee).
La ligera disminución de la inflación en junio se debió a la desaceleración interanual de los precios de la energía, con una subida del 4,8%, frente al 5,7% en mayo, así como también al menor encarecimiento de los alimentos, con una subida del 0,8% tras el 1,3% del mes anterior.
Por el contrario, los precios de los servicios se aceleraron ligeramente, hasta el 2,9% desde el 2,8% interanual en mayo, mientras que los de los productos manufacturados se mantuvieron estables.
Al excluir el impacto de la energía y de los alimentos, la tasa de inflación subyacente de Francia aumentó ligeramente en junio, alcanzando el 1,8% anual, tras el 1,7% de mayo.
De su lado, el Índice Armonizado de Precios al Consumo (IPCA), utilizado por Eurostat en sus estadísticas, se situó en junio en el 2,5%, una décima por debajo de la lectura de mayo.
De este modo, la segunda mayor economía de la zona euro registró en junio un comportamiento de los precios muy parecido al observado en Alemania, donde el IPC bajó también al 2,2%, frente al 2,4% de mayo, mientras que la tasa armonizada fue del 2,5%, tres décimas menos que en mayo.