El juez cita a declarar a David Erguido el 23 de octubre, tras anunciar el senador del PP que deja su escaño

El juez de la Audiencia Nacional Manuel García Castellón ha citado a declarar para el próximo 23 de octubre al senador del PP y diputado de la Asamblea de Madrid David Erguido para que dé explicaciones sobre su presunta implicación en la ‘trama Púnica’. Erguido ha decidido presentar su renuncia al escaño antes de comparecer en sede judicial, según informó este lunes el PP, informa Servimedia.

Erguido figura como investigado en el `caso Púnica´ por un presunto delito de prevaricación en relación a una serie de contratos suscritos por distintos ayuntamientos de la Comunidad de Madrid gobernados por el PP con la empresa Waiter Music, dirigida por el empresario fallecido José Luis Huerta Valbuena.

Al tratarse de un aforado, Erguido debería ser investigado por el Tribunal Supremo, razón por la cual el titular de juzgado central de instrucción número 6, le ofreció la posibilidad de comparecer voluntariamente en la Audiencia Nacional para poder decidir después si mantiene la imputación, en cuyo caso el juez debería elevar exposición razonada al Supremo para que fuera el alto tribunal el que asumiera la instrucción.

El senador popular ha preferido renunciar a su escaño, de manera que conserva su derecho a acudir a una segunda instancia judicial en caso de tener en enfrentarse a un juicio de ser condenado. Ahora la investigación puede seguir en manos del juez García Castellón.

Los hechos por los que está siendo investigado se remontan al período en el que Erguido fue teniente de alcalde de Algete entre 2007 y 2014. En ese período se suscribieron contratos con Waiter Music para la organización de actos públicos, fiestas y eventos del PP, por un montante total cercano a los dos millones de euros.

Según la Fiscalía Anticorrupción, esta “cuantiosa cifra de adjudicaciones” es directamente atribuible a Erguido porque la alcaldesa en ese momento, Inmaculada Juárez, le hizo “responsable directo” de las contrataciones de eventos y festejos. Los contratos se realizaron sin pasar por el proceso de publicidad y adjudicación competitiva real, pero se guardaban las apariencias invitando a otras empresas “amigas” que el propio Huerta Valbuena supuestamente indicaba a los gestores municipales.