La compañía estadounidense 23andMe, especialista en análisis genéticos y test de ADN, ha comunicado que llevará a cabo una reestructuración de su actividad para optimizar las operaciones y reducir los costes, incluyendo el recorte de aproximadamente el 40% de su plantilla, lo que afectará a más de 200 empleados.
El laboratorio, fundado por Linda Avey, Paul Cusenza y Anne Wojcicki, actual consejera delegada y presidenta del consejo de la empresa, espera que la reestructuración reduzca sustancialmente los gastos operativos y genere un ahorro de costes anualizado de más de 35 millones de dólares (33 millones de euros).
23andMe calcula que incurrirá en costes extraordinarios de hasta 12 millones de dólares (11 millones de euros) principalmente por gastos relacionados con el pago de indemnizaciones.
Asimismo, la empresa ha anunciado que interrumpirá el desarrollo de todos sus programas terapéuticos, mientras evalúa alternativas estratégicas para sus activos clínicos y preclínicos.
En paralelo a la interrupción de su división terapéutica, la compañía ha informado de que está explorando activamente «todas las opciones estratégicas por un tiempo limitado» para maximizar el valor de sus programas terapéuticos, incluidos acuerdos de licencia, ventas de activos u otras transacciones.
De este modo, 23andMe tiene la intención de poner fin a sus ensayos clínicos en curso lo más rápido posible, mientras continúa el proceso de alternativas estratégicas.
«Estamos tomando estas medidas difíciles pero necesarias mientras reestructuramos 23andMe y nos enfocamos en el éxito a largo plazo de nuestro negocio principal de consumo y asociaciones de investigación», dijo Anne Wojcicki.
En cualquier caso, la empresa ha advertido de que no se puede garantizar que el proceso de búsqueda de alternativas estratégicas para los activos terapéuticos resulte en algún curso de acción y ha subrayado que no hay un cronograma definitivo para su finalización.
23andMe acumula una depreciación de casi el 75% en lo que va de año y ha vivido un enfrentamiento en el seno de la dirección, después de que Anne Wojcicki, dueña del 49% de la empresa, planteara en verano la posibilidad de adquirir todas las acciones que no controla con el fin de excluir de cotización a la compañía, lo que desencadenó la dimisión en bloque de los siete miembros independientes del consejo de administración.