La crisis económica provocada por las restricciones a la actividad y la movilidad para contener la propagación del coronavirus hacen que el mercado esté descontando que el euríbor a doce meses continuará en terreno negativo hasta muy avanzado el ejercicio 2023 o, incluso, en años posteriores, informa Servimedia.
Se trata de uno de los peores pronósticos para el negocio bancario por la presión que ejerce sobre sus ya famélicos márgenes y su necesaria rentabilidad y que ha sido uno de indicadores compartidos por Bankia y Caixabank al explicar la racionalidad de su proyecto de fusión.
Conforme a los datos recabados por ambos bancos, el euríbor permanecerá hundido en cotas del -0,3% o inferiores hasta avanzado el año 2023, prolongando la situación de máximo estrés para la banca que se inició en año 2016 cuando el Banco Central Europeo (BCE) decidió cobrar a las entidades por custodiar su liquidez a fin de que no embalsasen los recursos en su ventanilla y los destinasen a dar créditos.
Con el arranque del actual ejercicio y el mayor dinamismo que presentaba la economía, el indicador inició una senda ascendente que la crisis del coronavirus interrumpe y, conforme a las previsiones compartidas por los bancos, deprimirá el indicador desde el -0,1% a un -0,3% para permanecer casi estancado durante largo tiempo.
La caída a plomo del indicador al que suelen referenciarse los créditos y préstamos favorece la financiación, ayudando a la economía en su reactivación con crédito barato, pero complica aún más el negocio bancario.
Los intereses negativos obligan a buscar otras fuentes de ingresos vía comisiones, algo desafiante si el cliente, particular o empresa, contiene la contratación de productos durante la crisis; o, como alternativa, dar una vuelta de tuerca a su estructura de costes para economizar.
Todos los expertos, organismos y firmas de análisis confían que la contracción del PIB se revertirá el próximo año, aunque la mayoría, incluído el Banco de España, descartan que se pueda recuperar la actividad perdida hasta pasado el año 2022.
Sus pronósticos giran en la convicción de que habrá una solución médica al Covid-19 a mediados del próximo año, de forma que un retraso o un adelanto alteraría cualquiera de esos escenarios, según han detallado organismos y expertos al publicar sus previsiones macroeconómicas en los últimos días.
Con el contexto actual, las fuertes huchas realizadas en provisiones y la presión de los tipos, la rentabilidad de la banca europea ha caído al 2% frente al 8-10% que le demanda el mercado, alentando las fuertes llamadas del Banco Central Europeo (BCE) a acelerar las fusiones y concentraciones para garantizar la rentabilidad y solvencia de los bancos.