El nuevo impuesto de residuos de Colau genera malestar y críticas en la ciudadanía

La aplicación por parte del Ayuntamiento de Barcelona que dirige Ada Colau del nuevo impuesto para gravar la recogida de residuos en la ciudad ha generado malestar entre los ciudadanos y algunos lo consideran un ‘sablazo’ al tener que afrontar un incremente de la presión fiscal en el actual contexto socioeconómico.

El nuevo impuesto servirá para financiar la gestión y el tratamiento de residuos, tomando el consumo de agua y el tipo de vivienda como base para el cálculo de la tasa, similar además a otra, la Tasa Metropolitana de Tratamiento de Residuos Municipales (TMTR), que se recauda por cuenta del Área Metropolitana de Barcelona (AMB), entidad que también preside Colau. En el caso del nuevo impuesto se recauda por el Ayuntamiento pero muchos ciudadanos entienden que tributan dos veces por un mismo servicio.

Con la tasa de paro en la ciudad en ascenso y ante unas perspectivas negativas como consecuencia de la alerta sanitaria generada por el Covid-19 y su impacto en la economía y el empleo, la nueva tasa ha generado numerosas críticas.

Muchos consumidores han utilizado las redes para expresar este malestar por la aplicación de la tasa que se aprobó el pasado febrero. Desde el pasado julio, los vecinos de Barcelona pagan al ayuntamiento, a través del agua, la nueva tasa de recogida de basuras, sumándose así a la Tasa Metropolitana de Tratamiento de Residuos.

Ante las reacciones en contra de la media, el gobierno municipal convocó sendas ruedas de prensa y la alcaldesa intervino en el programa matutino de actualidad de la televisión autonómica catalana.

El concejal de Emergencia Climática, Eloi Badia, defendía en diciembre el nuevo tributo el pasado diciembre alegando que era el primer paso hacia una tarificación “justa” , en la cual se pagaría en función de la cantidad que se reciclaba.

Sin embargo, los críticos con la iniciativa señalan que la integración en las tasas municipales del servicio de agua del tratamiento de residuos y la recogida de basuras perjudica más a los barrios más populares y de mayor densidad que aquellos con un mayor nivel adquisitivo. Un estudio del departamento de análisis económico de la Universidad de Zaragoza indicaba que la renta de los hogares y la ubicación de los usuarios son los factores más adecuados para estructurar este tipo de tarifas.

La oposición ha pedido la rectificación del nuevo impuesto municipal, a pesar de que ERC votó a favor de la misma en el pleno municipal del mes de febrero donde se aprobó definitivamente la medida.