El número de empresas en España finalizó el mes de octubre en niveles de 2015 tras producirse el cierre de 91.000 empresas entre febrero y abril por la crisis del Covid, según un informe de Asempleo.
En concreto, entre los meses de febrero y abril, el número de empresas se contrajo un 6,9%, mientras que el empleo efectivo (afiliados menos trabajadores en expedientes de regulación temporal de empleo -ERTE-) se redujo un 22,1%.
Aunque desde entonces se ha registrado una progresiva recuperación, el censo empresarial, con datos de octubre, muestra un nivel similar al de hace un lustro.
Durante los inicios de la pandemia, las pequeñas empresas (entre 10 y 49 trabajadores) fueron las que más sufrieron las medidas restrictivas frente al Covid y casi una de cada diez (9%) se vio obligada a cerrar.
Sin embargo, apunta Asempleo, desde el mes de octubre han sido las microempresas las que más han logrado recuperarse, hasta llegar al 97,5% del nivel pre-pandemia. Por contra, las grandes empresas sufrieron mayores dificultades durante el verano.
Según Asempleo, las actividades de ocio son el sector más afectado por las medidas de contención del virus: desde febrero, este sector ha perdido a uno de cada cinco trabajadores y cerca del 16% de sus empresas se ha visto obligada a cerrar.
Por su parte, la hostelería ha perdido el 15% de su tejido empresarial y el 22% de su nivel de empleo entre los meses de febrero y octubre. En el extremo contrario, las actividades sanitarias son las únicas que han elevado tanto el número de empresas como la ocupación gracias al incremento en la demanda de dichos servicios durante la pandemia.
Según Asempleo, las empresas han reducido sus costes laborales mediante el ajuste de trabajadores temporales. Así, durante la segunda quincena de marzo tres de cada cuatro empleos destruidos (551.000) fueron temporales, lo que propició el descenso de la tasa de temporalidad hasta el 22,4% en el segundo trimestre.
«El recurso a medidas de flexibilidad externa, como el despido de trabajadores temporales, fue utilizado por todas las empresas, en especial las de menor tamaño», apunta el estudio.
De este modo, la tasa de temporalidad en las micro y pequeñas empresas se contrajo en 3,65 y 3,5 puntos, respectivamente, entre diciembre de 2019 y septiembre de 2020, mientras que las grandes empresas sólo recortaron sus trabajadores temporales en un punto durante el mismo periodo.
OCUPACIÓN
Asempleo recuerda que medidas de flexibilidad como la de los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) «estaban orientadas a mantener empleos pero sobre todo a evitar la quiebra de miles de empresas».
Aunque siete meses después del inicio de la pandemia, dos tercios del empleo destruido durante el confinamiento se recuperó, sigue habiendo 357.000 afiliados menos.
Según la patronal de agencias privadas de empleo, ello se debe a que las empresas quieren reducir costes laborales o a que tienen previsto cerrar de manera definitiva su negocio.