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El PIB acelera su avance trimestral al 1% y su tasa interanual al 3,1% por mayor consumo e inversión

La economía española creció un 1% en el segundo trimestre del año, una décima más de lo que lo hizo en el trimestre anterior, gracias al consumo, la inversión y a un mejor comportamiento del sector exterior, según la Contabilidad Nacional Trimestral publicada este jueves por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

En tasa interanual, el PIB creció un 3,1% en el segundo trimestre, cuatro décimas más que en el trimestre anterior, acelerando la trayectoria de recuperación que inició en la segunda mitad de 2013. De esta forma, el ritmo interanual de crecimiento de la economía española, el mayor desde el cuarto trimestre de 2007, regresa a niveles previos a la crisis.

El INE ha explicado que la aceleración en la variación interanual del PIB es consecuencia de una mayor aportación de la demanda nacional (3,3 puntos frente a 3,1 puntos en el trimestre anterior) y de una menor aportación negativa de la demanda externa (-0,2 puntos frente a -0,4 puntos en el trimestre previo).

Con el repunte trimestral del PIB entre abril y junio se encadenan ya ocho trimestres de avances, mientras que la tasa interanual acumula siete trimestres en positivo.

El gasto en consumo de los hogares, el que más crece

El consumo de los hogares mostró en el segundo trimestre del año un crecimiento trimestral del 1%, tres décimas más que en el trimestre anterior (0,7%), con lo que ya suma nueve trimestres consecutivos en positivo. El gasto de las instituciones sin fines de lucro al servicio de los hogares también se aceleró, en este caso una décima, hasta el 0,2%.

Frente al mayor consumo de los hogares y las instituciones sin fines de lucro, las administraciones públicas frenaron su gasto en consumo más de un punto, pasando de una tasa trimestral del 1,7% en el primer trimestre a un crecimiento del 0,4% en el segundo.

La formación bruta de capital fijo, por su lado, se incrementó un 2% respecto al trimestre anterior, seis décimas más, gracias a la inversión en bienes de equipo, que duplicó su crecimiento en el segundo trimestre, desde el 1,6% al 3,2%. La inversión en construcción, por contra, se desaceleró dos décimas, desde el 1,6% del primer trimestre al 1,4% en el segundo.

En el segundo trimestre del año, las exportaciones aumentaron un 1,6%, frente al 0,4% del trimestre anterior, mientras que las importaciones avanzaron un 2,3%, casi dos puntos más de lo que lo hicieron en el trimestre anterior (0,4%).

El gasto público, el único que acelera su avance interanual

En tasa interanual, la economía española creció en el segundo trimestre un 3,1%, gracias a la mayor demanda interna y a que la demanda externa recortó su contribución negativa al PIB. Los dos principales componentes de la demanda nacional, mostraron crecimientos similares a los del primer trimestre.

En términos interanuales, el consumo de los hogares, de las instituciones sin fines de lucro y de las administraciones públicas registraron avances interanuales del 3,5%, del 1,6% y del 1%, respectivamente.

El consumo de los hogares se mantuvo respecto al trimestre anterior, mientras que el de las instituciones sin fines de lucro se desaceleró dos décimas. Sólo las administraciones públicas incrementaron su gasto en consumo respecto al trimestre anterior, con una tasa interanual ocho décimas superior a la del primer trimestre (1% frente a 0,2%).

Por su lado, la inversión registró un crecimiento interanual del 6,1%, el mismo que en el trimestre anterior, con un repunte de la inversión en construcción del 5,1%, una décima más que en el primer trimestre, mientras que la inversión en bienes de equipo se desaceleró cuatro décimas, hasta el 9,2%.

Las exportaciones pisan el acelerador

En el segundo trimestre, la contribución negativa de la demanda exterior neta se redujo respecto al trimestre anterior, hasta situarse en -0,2 puntos. Las exportaciones de bienes aceleraron un punto su crecimiento interanual, desde el 5% al 6%, mientras que las importaciones incrementaron dos décimas su avance interanual, hasta el 7,2%.

Desde la óptica de la oferta, todas las ramas de actividad presentaron en el segundo trimestre un mejor comportamiento interanual que en el primer trimestre.

Así, el valor añadido bruto de los servicios creció un 3%, frente al avance del 2,7% registrado en el trimestre anterior, mientras que la industria mostró un crecimiento del 3,5% (2,9% en el trimestre anterior), y la construcción mejoró una décima su tasa interanual, hasta el 5,8%. La agricultura, por su parte, mostró un crecimiento del 2,2% tras dos trimestres encadenando tasas interanuales negativas.

477.000 empleos más en un año

En cuanto al empleo, el INE asegura que esta variable, medida en términos de puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo, creció un 0,9% respecto al trimestre anterior, una décima más.

En tasa interanual, el empleo registró un avance del 2,9%, una décima más que en el primer trimestre, lo que supone la creación neta aproximada de 477.000 empleos equivalentes a tiempo completo en un año.

En el segundo trimestre, la ocupación en los servicios creció un 2,4% interanual, tres décimas menos, mientras que la industria y la construcción aceleraron tres y una décima el avance de puestos de trabajo, hasta el 3,7% y el 9,2%, respectivamente. Mayor que en estos dos sectores fue la mejora vivida por la agricultura, que ha pasado de destruir empleo (-5,5% en el primer trimestre) a crearlo (0,4% en el segundo).

Baja la remuneración de los asalariados

El empleo asalariado, por su parte, creció un 3,1% interanual en el segundo trimestre, una décimas más que en el trimestre anterior.

Con todo, la productividad aparente por puesto de trabajo equivalente pasó del -0,1% del primer trimestre al 0,2% en el segundo trimestre, mientras que el crecimiento de la productividad aparente por hora efectivamente trabajada empeoró cuatro décimas, hasta el 0,4%.

En este contexto, la remuneración de los asalariados pasó del 4% al 3,3% por el descenso del número de asalariados (del 3,2% al 3,1%) y por la bajada en 0,6 puntos de la remuneración media por asalariado (del 0,8% al 0,2%). Así, el crecimiento del coste laboral por unidad de producto (CLU) se situó en el -0,1%, siete décimas menos que la variación experimentada por el deflactor implícito de la economía (0,6%).

Europa Press

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