El Banco de España ha calculado que en el segundo trimestre de 2024, el Producto Interior Bruto (PIB) español se situó un 5,7% por encima de su nivel previo a la pandemia, una brecha positiva mayor que la registrada en el conjunto de la Unión Económica y Monetaria (UEM), que no pasó del 4,2%.
En cualquier caso, el organismo que dirige José Luis Escrivá ha señalado que este agregado para el área del euro enmascara una elevada heterogeneidad entre países y está muy influido por la debilidad registrada en Alemania, cuya brecha positiva respecto a los niveles prepandemia es del 0,2%.
Esto contrasta con el mayor dinamismo observado en países como Grecia, Portugal e Italia, cuyos niveles de actividad se situaban en el segundo trimestre un 8,5%, un 6,8% y un 5,5% por encima de sus niveles previos a la pandemia, respectivamente.
El Banco de España ha realizado un análisis sobre las revisiones de la Contabilidad Nacional Anual (CNA) y de la Contabilidad Nacional Trimestral (CNTR) publicadas en septiembre por el Instituto Nacional de Estadística (INE), y ha estudiado, hasta el segundo trimestre de 2024, la evolución durante los últimos años de la economía española en comparación con la de otros países europeos.
Según recuerdan, las revisiones del INE elevaron en un punto porcentual el crecimiento acumulado del PIB en España entre el cuarto trimestre de 2019 y el segundo trimestre de 2024.
Esta revisión se encuentra en línea con las de países como Francia e Italia, donde el crecimiento acumulado del PIB desde finales de 2019 también se revisó al alza en 1,3 puntos y ocho décimas, respectivamente. En Alemania, en cambio, la revisión fue de una décima a la baja.
En España, la revisión del ritmo de avance del PIB desde la pandemia se explica por una mayor contribución de la demanda nacional (+1,8 puntos) al crecimiento del producto –debida a un dinamismo del consumo público y de la inversión superior al reportado anteriormente–, que más que compensa la revisión de signo contrario (-0,8 puntos) en la aportación de la demanda exterior neta al crecimiento.
Por ramas de actividad, el crecimiento del PIB desde la pandemia se explica prácticamente en su totalidad por el dinamismo registrado en los servicios de mercado, sin cambios significativos respecto a las cifras anteriores a las revisiones.
PÉRDIDA DE COMPETITIVIDAD POR MAYORES COSTES LABORALES UNITARIOS
Las nuevas series también indican que, en el período posterior a la pandemia, los costes laborales unitarios en España han crecido un 21,5%, lo que supone 1,7 puntos por encima de lo estimado previamente, ya que la remuneración por asalariado se ha revisado al alza con mayor intensidad que la productividad.
Ello supone una ligera pérdida de competitividad en relación con el conjunto de la UEM, donde los costes laborales unitarios han aumentado un 18,3% a lo largo del mismo período.
Sin embargo, el crecimiento del excedente bruto de explotación unitario tras la pandemia ha sido inferior en España (12,7%) que en el conjunto de la UEM (22,8%).
LOS «RESIDUOS FISCALES» TRAS LA PANDEMIA, PRÁCTICAMENTE NULOS
Finalmente, el Banco de España apunta a que, con las nuevas series, la evolución de la recaudación impositiva desde finales de 2019 resulta congruente con la de las bases macroeconómicas en términos acumulados.
Es decir, de acuerdo con las cifras revisadas, los denominados «residuos fiscales» acumulados tras la pandemia –la parte de la recaudación no explicada por la evolución de las bases y las medidas fiscales– serían prácticamente nulos.
En concreto, de acuerdo con las nuevas series, los residuos fiscales habrían sido positivos entre mediados de 2020 y mediados de 2022 –debido a una contribución positiva de los residuos en la recaudación por IRPF, por cotizaciones sociales y por IVA–, para pasar a ser negativos desde entonces y hasta el segundo trimestre de 2024.