El PP propuso hoy en el Congreso que el llamado ‘plan E’, lanzado por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero para intentar paliar la crisis económica mediante inversiones de los ayuntamientos, se convierta en un «manual» de lo que no debe hacerse en cuanto gestión pública.
A esta cuestión se refirió el diputado popular Guillermo Mariscal, quien intervino esta mañana en la Cámara Baja en la Comisión Mixta del Tribunal de Cuentas, donde el presidente de esta institución, Ramón Álvarez de Miranda, explicó varios informes realizados por su entidad, entre ellos el referido al segundo ‘plan E’ de Zapatero.
Entre otras conclusiones, Álvarez de Miranda explicó que el segundo ‘plan E’, lanzado en 2009, consistió en una serie de inversiones que pudieron llevar a cabo ayuntamientos con cargo al Fondo Estatal para el Empleo y la Sostenibilidad Local (FEESL).
El Tribunal de Cuentas, tras analizar estas inversiones, ha concluido, entre otros aspectos, que sólo el 15% de los más de 8.000 ayuntamientos que obtuvieron recursos del FEESL dieron prioridad al número de puestos de trabajo a la hora de seleccionar los proyectos.
Además, el 43% de los contratos no incluía ningún compromiso de contratación de personal por parte de la empresa adjudicataria y un 38% de los contratos fueron adjudicados a empresas que desde el primer momento dijeron que no contratarían a nadie. Esto fue posible dado que los pliegos de condiciones aprobados por las entidades locales no incluían una cifra de contratación obligatoria para acceder a la financiación.
LLAMADA A LA «REFLEXIÓN»
En este sentido, Mariscal, quien intervino en nombre del PP, sostuvo que este informe del Tribunal de Cuentas sobre el segundo ‘plan E’ podía convertirse en un «manual de lo que no hay que hacer cuando se gestionan bienes públicos».
Este diputado sostuvo que esta iniciativa del anterior Gobierno socialista fue «un ejemplo clarísimo de lo que supone la improvisación en la administración y gestión pública». Sostuvo que esta iniciativa de gasto tuvo unos resultados «lamentables» que «deberían invitarnos a la reflexión».
Según Mariscal, «escandaliza» leer el informe sobre el segundo ‘plan E’, debido a que queda en evidencia la deficiente ejecución y planificación de este fondo. Además, este representante del PP incidió que en que este proyecto es un «ejemplo clarísimo» de improvisación.
Por su parte, Nicanor Sen, en nombre del PSOE, defendió tanto el primer como el segundo ‘plan E’, ya que «desde el punto de vista político se trataba de medidas absolutamente excepcionales y de urgente aplicación».
Según este portavoz socialista, con estas iniciativas el anterior Ejecutivo tenía como «finalidad fundamental» el «cambio de modelo productivo» de España, para lo cual se financiaron proyectos sostenibles.
A juicio del representante del primer partido de la oposición, «al final el plan cumplió el objetivo que tenía marcado», ya que se llegaron a crear más de 475.000 empleos en un momento de grave crisis económica.
SERVIMEDIA