El precio de la vivienda usada en España ha registrado una subida del 7,5% interanual durante el segundo trimestre del año, incremento que deja el metro cuadrado a 2.138 euros, según el último índice de precios publicado por Idealista.
En lo referente a la variación trimestral, los precios se han incrementado un 2,9% en los últimos tres meses, mientras que la tasa mensual sube un 0,9%. De esta manera, España alcanza un nuevo máximo histórico.
Así, todas las capitales españolas han incrementado sus precios en los últimos 12 meses, excepto en Pamplona, donde se redujeron un 1,1%. Málaga encabeza la subida de precios, con una subida del 19,9% en el último año. Le siguen Alicante (16,9%), Valencia (14,7%), Santander (13,7%), Soria (13,6%), Madrid y Santa Cruz de Tenerife (12,4% ambas).
San Sebastián es la capital española más cara (5.461 euros por metro cuadrado), seguida por Madrid (4.514), Barcelona (4.430), Palma (4.114) y Bilbao (3.301). En la parte opuesta de la tabla se sitúan Zamora, la capital más económica, con un precio de 1.154 euros el metro cuadrado.
Un total de siete capitales marcan sus máximos históricos, como son Madrid, Barcelona, Palma, Málaga, Cádiz, Valencia y Las Palmas de Gran Canaria.
En cuanto a los precios en las comunidades autónomas durante los últimos 12 meses, la mayor subida se ha registrado en Canarias, donde las expectativas de los propietarios se han incrementado un 15,4%. Por encima de los dos dígitos también se sitúan las subidas de Baleares (10,7%), y Comunidad Valenciana (10,3%).
Por detrás, están los ascensos de Comunidad de Madrid (9,5%), Andalucía (8,2%), Región de Murcia (7,2%), Cantabria (6,9%) y La Rioja (5,6%). Cataluña registra la menor subida, con un 1,5% interanual, seguida por Galicia, Asturias y Castilla y León (3,2% en los tres casos).
Francisco Iñareta, portavoz de Idealista, ha explicado que el principal problema que tiene el mercado inmobiliario es la falta de oferta disponible. «La falta de obra nueva en el mercado de compraventa es acuciante», alerta Iñareta, lo que provoca que todo el peso recaiga sobre la vivienda usada, que no es capaz de abastecer la demanda actual y provoca la tendencia alcista de los precios.
«Es necesario que se tomen medidas y se agilicen procesos para la promoción, especialmente en los mercados más tensionados», concluye el portavoz de Idealista.