El presidente serbio, Aleksandar Vucic, se ha dirigido al primer ministro de Australia, Scott Morrison, y le ha reprochado la «persecución» contra el tenista serbio Novak Djokovic, número uno del mundo, deportado del país.
«Nunca nos podrán quitar nuestro corazón ni nuestra digindad», ha afirmado Vucic en un vídeo en el que denuncia las «proporciones» del «ataque» a Djokovic. «Si querían impedir que Djokovic ganara el trofeo por décima vez, ¿Por qué no lo deportaron de inmediato? ¿Por qué no le denegaron el visado? ¿Por qué lo perseguís?», ha afirmado en un vídeo publicado en redes sociales.
«Nos sermonean con el Estado de Derecho. Se pueden imaginar si un ministro serbio anulara una decisión de un juez… Podrían enseñarnos lo que es un poder judicial independiente, pero parece redundante porque al final todo el poder está en manos del Ejecutivo», ha argumentado.
Vucic ha argumentado que «un presidente de un país pequeño puede decirle esto a un gran primer ministro de un país grande» porque está diciendo la verdad y «usted lo sabe». «Usted cree que consigue algo persiguiéndole, pero nunca estará a la altura no de Novak Djokovic, sino de ningún hombre corriente de nuestra tierra ni de su orgulloso y digno pueblo», ha remachado.
«Serbia estará con Djokovic y le responderemos comportándonos mucho mejor de lo que lo ha hecho usted con Djokovic. Larga vida a Serbia, Novak. Estamos contigo», ha concluido.
También la primera ministra serbia, Ana Brnabic, ha criticado la deportación. «Creo que la decisión judicial es escandaloso. Es increíble que tengamos dos sentencias judiciales totalmente contradictorias en solo unos días», ha afirmado en rueda de prensa desde Belgrado.
«Estoy decepcionada. Pienso que demuestra cómo funciona el Estado de derecho en otros países o, mejor dicho, cómo no funciona», ha añadido.