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El proyecto de explotación del GNL de Mozambique podría ser transformador para Mozambique – si los ambientalistas occidentales no interfieren

/COMUNICAE/

Cuando Anadarko Petroleum Corp. confirmó el año pasado que construiría una planta de gas natural licuado (GNL) de 20 mil millones de dólares en Mozambique, fue una gran noticia. La primera planta de GNL onshore de Mozambique generaría decenas de miles de puestos de trabajo y contribuiría al crecimiento económico sostenible a largo plazo impactando positivamente en millones de ciudadanos

Por NJ Ayuk, presidente ejecutivo de la African Energy Chamber.

Desde entonces se han anunciado dos proyectos adicionales de GNL: el Proyecto Coral FLNG de 4.7 mil millones de dólares de ENI y ExxonMobil, y el Proyecto Rovuma LNG de 30 mil millones de dólares de ExxonMobil, ENI y China National Petroleum Corporation. Si bien estos dos han sido pospuestos por la pandemia de COVID-19, el proyecto original de GNL en Mozambique ha continuado.

La petrolera francesa Total se hizo con el proyecto y completó la fase de financiación en julio, incluso bajo el clima de tensión generado por los recientes ataques terroristas en la provincia de Cabo Delgado, en el norte de Mozambique, donde se construirá la planta de GNL de Total.

Por eso es tan desalentador saber que un grupo ambientalista del Reino Unido está llevando a cabo acciones que podrían poner en peligro el desarrollo del proyecto, todo en nombre de la lucha contra el cambio climático. Friends of the Earth (Amigos de la Tierra) ha confirmado que iniciará una impugnación legal contra la decisión del Reino Unido de aportar financiación por valor de mil millones de dólares para el proyecto de GNL de Mozambique.

Da igual la importancia del proyecto para los ciudadanos africanos de a pie. No importa su potencial para crecer y diversificar la economía. No importa que proyectos como este sean justo lo que Mozambique necesita para abordar su pobreza energética, o que el gobierno de Mozambique haya invertido una cantidad considerable de tiempo y recursos para hacer posible este proyecto de GNL.

«No es la primera vez que un activista radical desinformado ha intentado interferir en la industria energética de África de una forma que no ayuda a los africanos pobres sino que sirve a sus propios intereses. Las organizaciones internacionales, incluido el Banco Mundial, y los inversores privados, bajo la presión de grupos ecologistas, han dejado de apoyar la producción africana de combustibles fósiles. Mucha gente pobre está sufriendo las consecuencias y cientos de millones más lo harán si no enderezamos el rumbo.

Me parece sorprendente que, en un momento en el que mundo habla de la necesidad de respetar las perspectivas y puntos de vista de los negros, los grupos ecologistas parezcan no tener reparos en rechazar las voces africanas», afirma Ayuk.

«Como dije anteriormente, estoy de acuerdo en que el cambio climático debe tomarse en serio. Comprendo los riesgos que representa para África. La cuestión es, ¿por qué las organizaciones no africanas están tratando de dictar cómo los países africanos deben abordar esos riesgos? El mensaje en este caso parece ser que ‘ellos saben más’. Esta idea es insultante, e interferir en los esfuerzos de un país africano por construir y fortalecer su economía, simplemente porque están involucrados los combustibles fósiles, es completamente inaceptable», sigue.

¿Una «oportunidad perdida”?
UK Export Finance (UKEF) es una de las ocho agencias de crédito a la exportación que proporciona financiación para el proyecto de GNL de Total en Mozambique, que incluye la construcción de una planta de licuefacción de dos trenes con una capacidad de 12,9 millones de toneladas por año.

El compromiso de UKEF de mil millones de dólares incluye la concesión de 300 millones de dólares en préstamos a empresas británicas que trabajan en el proyecto de gas y la garantía de préstamos de bancos comerciales por valor de hasta 850 millones de dólares. El subsecretario del Departamento de Comercio Exterior del Reino Unido, Graham Stuart, ha señalado que el proyecto de GNL de Total podría ser transformador para Mozambique y crear 2.000 puestos de trabajo también en el Reino Unido.

Pero Friends of the Earth ha dicho que buscarán una revisión judicial de la decisión del gobierno del Reino Unido de ayudar a financiar un proyecto que, como lo describieron, «empeorará la emergencia climática». El director del grupo, Jamie Peters, también expresó su decepción en una carta al gobierno del Reino Unido. La decisión de financiación de UKEF, dijo Peters, representa una «oportunidad perdida» para que el Reino Unido sea un líder climático mundial.

«Mi pregunta al Sr. Peters es, ¿qué hay de las oportunidades de Mozambique para ayudar a la gente corriente a mejorar sus vidas? ¿Para ganarse la vida dignamente? ¿Para tener una fuente de energía fiable? Me refiero a la oportunidad de impulsar la esperanza de vida en Mozambique por encima de los 59 años, donde se encuentra ahora. El proyecto de GNL de Mozambique puede conseguir estos resultados. En lo que respecta, perder esa oportunidad sería devastador», plantea Ayuk.

Lo que Mozambique puede ganar
No se puede menospreciar las implicaciones a largo plazo y el potencial que representa el proyecto de GNL de Total en Mozambique para las empresas, las comunidades y los ciudadanos.

Total estima que su planta generará alrededor de 50 mil millones de dólares en ingresos para el gobierno de Mozambique durante sus primeros 25 años en activo. Estos ingresos pueden destinarse a la construcción de infraestructuras, el desarrollo de programas educativos y la inversión en programas de diversificación económica que tanto se necesitan.

Se debe considerar la inversión extranjera directa en Mozambique: la inversión total de 25 mil millones de dólares en la planta de GNL es más del doble del PIB actual de Mozambique.

Pero, ¿qué aportará el proyecto de construcción de la planta? No solo generará decenas de miles de empleos locales, sino que también brindará oportunidades de capacitación para la población local. Se contratarán empresas mozambiqueñas para proporcionar bienes y servicios.

Este patrón de impacto positivo continuará una vez que la planta esté operativa. Los profesionales locales pueden capacitarse y asumir una amplia gama de puestos, incluidos roles técnicos y de liderazgo. Con el tiempo, se formarán expertos en la materia que puedan compartir sus conocimientos en Mozambique y con otras empresas africanas. Y, una vez más, la planta buscará empresas locales que le suministren productos y servicios.

El GNL puede “electrificar” Mozambique
Además de estas oportunidades económicas de gran alcance, el GNL producido en la planta proporcionará energía asequible para Mozambique.

Esta necesidad es urgente. Solo alrededor del 29% de la población tiene acceso a la electricidad en la actualidad. La atención médica se ve obstaculizada. La educación se ve afectada. Y el crecimiento económico sostenido se complica.

«A principios de este año, elogié al gobierno de Mozambique por negociar que parte de la producción de GNL se desvíe al mercado nacional, lo que significa que se puede utilizar para la generación de energía. Desde entonces, el gobierno aseguró la financiación para una planta de generación de energía a gas de 400MW y una línea de transmisión a Maputo, la capital del país, lo que mejorará drásticamente la fiabilidad del suministro energía en la ciudad», explica Ayuk.

Cuando el gobierno de Mozambique se aseguró de que parte de la producción de GNL de la planta estaría disponible para uso doméstico, también sentó las bases para la monetización y la diversificación económica. En Mozambique, el GNL estará disponible para servir como materia prima para plantas de fertilizantes y petroquímicas. Se puede exportar por gaseoducto a empresas vecinas. Y eso, a su vez, puede ayudar a Mozambique a construir aún más infraestructura y contribuir a una prosperidad generalizada aún mayor.

Mozambique ha estado trabajando para lograrlo
Ayuk insiste en señalar la preparación y la planificación que el gobierno de Mozambique ha puesto para que sus operaciones de gas natural sean beneficiosas para el país en su conjunto desde que en 2010 se descubrieron aproximadamente 180 billones de pies cúbicos de reservas de gas natural.

La compañía petrolera nacional de Mozambique, ENH, contrató a la firma de consultoría e investigación energética Wood Mackenzie para ayudarla a prepararse para la responsabilidad de administrar y vender su porción de los recursos. Desde entonces, ENH formó un consorcio con el trader internacional de petróleo y gas Vitol.

El gobierno también ha buscado el apoyo de productores de energía y socios internacionales más experimentados. A principios de este año, el presidente Filipe Nyusi se reunió con el príncipe heredero Haakon de Noruega y firmó un acuerdo de apoyo a la gestión de recursos de gas natural.

Pero incluso antes de eso, Mozambique sentó las bases para una industria de petróleo y gas de éxito con la promulgación de nueva Ley de Petróleo de 2014. Una vez entrada en vigor, el país completó una ronda de licitación exitosa para bloques de exploración. Estos esfuerzos, junto con cuidadosas negociaciones con las compañías petroleras internacionales, es lo que ha llevado a Mozambique a donde está hoy: a punto de convertirse en un importante productor de GNL. Y estos esfuerzos son los que harán que la industria del GNL de Mozambique sea un éxito, no solo en términos de ingresos públicos, sino también en la mejora de la vida de los ciudadanos.

«Debemos poner a las personas primero»
Mozambique no está pidiendo ayuda para sacar a su gente de la pobreza. Está intentando capitalizar sus propios recursos naturales. El gobierno no está tratando de hacer dinero rápido. Está trabajando para sentar las bases del desarrollo económico a largo plazo. Y esfuerzos como los proyectos de Exxon y Total en Mozambique son más que una oportunidad para las compañías petroleras internacionales, o incluso para el gobierno de Mozambique. Tienen el potencial de mejorar la vida de millones de personas.

«Reconozco la necesidad de proteger nuestro planeta y prevenir el cambio climático. Pero interferir en la financiación de proyectos de combustibles fósiles en África no es el camino correcto. No debemos perder de vista el valor de proyectos como estos o su capacidad para realizar cambios significativos para mejorar en Mozambique. Y no debemos anteponer los ideales ambientales a las necesidades urgentes a las que tienen que hacer frente los ciudadanos en este momento», finaliza Ayuk.

Fuente Comunicae

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