La diputada socialista Soraya Rodríguez acusó este miércoles al Gobierno de haber dado una respuesta «lenta, escasa y miope» a la hora de combatir el virus del ébola en los países afectados (Sierra Leona, Guinea Conakry y Liberia).
Así se manifestó Rodríguez en la sesión de control al Gobierno en el Congreso de los Diputados, en la que afeó al ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García-Margallo, la lentitud con la que su departamento ha cumplido, a su juicio, con sus compromisos adquiridos con la comunidad internacional en la lucha contra el ébola.
En ese sentido, la diputada socialista subrayó que la respuesta ha sido lenta, porque «hemos tardado más de dos meses en contestar a ONU en la utilización de la base logística de Canarias para crear corredores humanitarios con vuelos para transportar personal y material sanitario a los países afectados. La respuesta del Gobierno ha sido decepcionante».
Del mismo modo, indicó que «fuentes diplomáticas aseguran que se han puesto más condiciones a vuelos de la ONU que a vuelos comerciales». Rodríguez afeó a Margallo que «han comprometido más de 10 millones de los que sólo se han invertido dos en la lucha contra el ébola. Le pido que rectifique».
Por su parte, Margalló defendió que «en total, España ha comprometido más de 10 millones de euros en su lucha contra la enfermedad, lo que nos coloca entre los diez primeros donantes de la UE», al tiempo que aludió a «los 2.750.000 euros que se han destinado a estrategias regionales, especialmente la de la OMS en la zona».
Además, continuó, «se ha dedicado 7.397.224 euros a los siguientes países: 4 millones a Sierra Leona, 2.461.000 a Liberia, 550.000 a Guinea Conakry y 442.224 a los países limítrofes con los anteriores (Mali, Senegal y Guinea Bissau)».
Por último, el ministro puso de relieve el compromiso de su departamento «asegurando el tratamiento en los países afectados, respaldando las medidas de contención en los países limítrofes y apoyando la estructura logística regional ya operativa a través de los organismos de Naciones Unidas. Si no hemos hecho más, ha sido por las restricciones presupuestarias para cumplir con nuestras obligaciones presupuestarias con Bruselas y por su mala gestión».
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