El PSOE señala que “no es bueno” para España “que le vaya mal al PP”

El presidente del Consejo de Política Federal del PSOE y presidente de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, trasladó este viernes que “no es bueno para este país” el hecho de que “le vaya mal al Partido Popular”. A su juicio, esta formación tiene que someterse a “un profundo cambio” tras “utilizar un gobierno para cosas para las que no está un gobierno”, informa Servimedia.

Así se pronunció Vara en la rueda telemática que ofreció desde la sede nacional del PSOE tras la reunión de este órgano del PSOE, que encabezó el jefe del Ejecutivo y secretario general de los socialistas, Pedro Sánchez, cuando se le preguntó si se habló en esta reunión del ‘caso Kitchen’.

“Le puedo asegurar que nosotros dedicamos la mayor parte de nuestro tiempo a hablar de los problemas que tienen los españoles y de cómo arreglarlos”, contestó el presidente del Consejo de Política Federal del PSOE, asegurando que “no constituye para nosotros un elemento esencial de nuestra vida discutir sobre los problemas que tiene el PP”.

Sin embargo, sí quiso resaltar que el hecho de que “le vaya mal al PP no es bueno para este país”, ya que “es un partido de gobierno”. “No han sido capaces de darse cuenta de que se tienen que someter a un proceso de profundo cambio, de profunda refundación, para volver a ser un partido de mayoría que algún día pueda volver a ser alternativa en este país”, interpretó.

Tras esta valoración, Vara se remitió al trabajo de la Justicia en torno al ‘caso Kitchen’, que aborda el presunto uso ilegal de recursos del Ministerio del Interior por parte del Gobierno de Mariano Rajoy para espiar al extesorero del partido Luis Bárcenas.

En todo caso, valoró que la principal formación política de la oposición “ha quebrado un principio general de un partido de gobierno, que es utilizar un gobierno para cosas para las que no está un gobierno”.

Por último, no perdió oportunidad para hacer un nuevo llamamiento al PP para “fortalecer” las instituciones y contribuir a su renovación, algo que forma parte “de la propia filosofía de la Constitución en aspectos esenciales de la arquitectura del Estado”. “Esto no es una cosa de capricho, es una cosa de obligación” en “una democracia seria”, avisó.