El rescate a Cataluña superó los 40.000 millones de euros, duplicando el de Andalucía

Resulta paradójica la situación de Cataluña, que después de pedir el rescate al Gobierno español, inició los procedimientos y consultas independentistas. Este rescate, de casi 42.000 millones de euros, es equivalente al que el Gobierno pidió a Bruselas para salvar la banca nacional y parece que esta solvencia aumentó los planes independentistas de Artur Mas.

El rescate a la Comunidad Autónoma gravó un cuatro por ciento el PIB español, y sin embargo mejoró en un  62 por ciento el endeudamiento provisto por la Generalitat para 2015 y aumentó el 20 por ciento del producto interior bruto de la Comunidad.

Cataluña tiene un déficit de desequilibrio, por lo tanto no tiene la suficiente capacidad para hacer frente a sus obligaciones financieras fuera del Fondo de Liquidez Autonómico (FLA). En el hipotético caso de que consiguiese ser un estado independiente, contaría con un presupuesto anual de 860 millones de euros, con los cuales tendría que afrontar las contrariedades en la actividad financiera y comercial, siempre que los inversores depositaran su confianza en la deuda catalana. Puesto que los Presupuestos Generales del Estado en España fueron, en 2013, de 408.000 millones y que la población del país es de 46,5 millones de habitantes, los españoles gozarían de un presupuesto de 8.774 euros por habitante. Pongamos ahora el mismo ejemplo con el posible estado catalán: con un presupuesto de 860 millones y una población de 7,5 millones de habitantes, las cuentas saldrían a 114 euros por habitante, un 98,7 por ciento menor que en el estado español.

A los datos anteriores hay que sumarles que Cataluña caería a nivel de bonos basura si pierde la respiración asistida que le proporciona el Gobierno español. Pero esto no es todo, ante la insolvencia de la Generalitat, el Ministerio de Hacienda flexibilizó sus condiciones de préstamo a la vez que el gobierno autonómico incrementaba su desafío, quizás para evitar la separación. Pero estas no fueron las únicas medidas que el Gobierno de España está llevando a cabo para evitar la independencia catalana. En el comienzo del rescate, el FLA y el Fondo de Proveedores tenían intereses al 55,2 y 5,9 por ciento respectivamente, los cuales se redujeron entre el 4 y 3 por ciento, hasta llegar a bajar al 1 por ciento en junio del año pasado.

En diciembre de 2014, el Ministerio de Hacienda perdonó los intereses dados a las autonomías que habían solicitado el rescate, una cifra que permitió a la Generalitat un ahorro de 1.843 millones de euros. Pero esto no es todo porque se tiene previsto un nuevo rescate para este año de 8.258 millones de euros sin intereses, es decir, que el gobierno no cobrará un precio adicional por el dinero prestado y que además asumirá los costes de las emisiones, unas cifras que ayudarán una vez más a la solvencia de Cataluña.

Otras comunidades

El rescate a Cataluña duplicó el que el Gobierno español prestó a otras comunidades como Andalucía (19.350 millones de euros) y la Comunidad Valenciana (27.700 millones de euros). En materia del territorio que ocupa y la densidad de población, Andalucía tiene una extensión de 87.268 kilómetros cuadrados y una población de 8,5 millones de habitantes, mientras que Cataluña tiene una superficie de 32.106 kilómetros cuadrados y una población de 7,5 millones de habitantes. Al aplicar estos datos a la cuantía del rescate, los catalanes estarían recibiendo un 41,8 por ciento más de capital que los andaluces, que constituyen una población mayor.

Por otro lado está el País Vasco, que debido a sus intenciones, aunque no tan insistentes, independentistas, se ha mantenido al margen del rescate a las Comunidades Autónomas. De esta forma, parece que las intenciones de Cataluña eran conseguir la suficiente solvencia para iniciar a posteriori las consultas independentistas.

Yasmina Pena