El sector servicios español volvió a reducir su actividad de nuevo en agosto después de dos meses de crecimiento, según un estudio publicado hoy por IHS Markit.
Los nuevos pedidos recibidos cayeron de nuevo durante el mes y en consecuencia afectaron la actividad. La caída se produjo al ritmo más rápido desde mayo. El Índice de Actividad Comercial que elabora esta consultora, en el que se pregunta a las empresas sobre la evolución de su actividad con respecto del mes anterior, se situó en el nivel de 47,7 en agosto, por debajo del 51,9 registrado en julio.
Muchas de las empresas encuestadas comentaron que los nuevos brotes de la Covid-19, la debilidad en las cifras del turismo y la reticencia entre los clientes a comprometerse a realizar nuevos pedidos redujeron las ventas en general.
Las empresas encuestadas comentaron que los niveles de ventas y de actividad permanecieron muy por debajo de los observados antes de la intensificación de la pandemia, hecho que ayudó a garantizar que las empresas lograran de nuevo poner al día los pedidos pendientes de realización.
Las cargas de trabajo disminuyeron por sexto mes consecutivo, y el ritmo de contracción se aceleró a un nivel marcado. La debilidad de las cargas de trabajo en general hizo que las empresas continuaran reduciendo los niveles de dotación de personal, y la tasa de pérdida de empleo volvió a ser pronunciada. Aunque algunas empresas señalaron que el personal seguía adoptando expedientes de regulación temporal de empleo, otras informaron que la falta de nuevos pedidos y las perspectivas económicas inciertas llevaron a recortar el personal.
Con vistas a los próximos meses, la confianza sobre el futuro se debilitó hasta su mínima de tres meses a medida que un número cada vez mayor de empresas se muestran preocupadas por la trayectoria de la pandemia de la Covid-19 y su impacto en la actividad económica. Las expectativas de un aumento del desempleo en los próximos meses y la evidencia de retrasos en las decisiones de inversión se sumaron a las inquietudes sobre el futuro. Aunque las empresas buscaron minimizar los costes dado el clima económico imperante, se informó que el aumento de precio del combustible y de los productos de limpieza conllevó a un modesto incremento en los gastos operativos en general.