El Pleno del Senado albergará esta semana el debate de totalidad de unos Presupuestos Generales del Estado (PGE) que, al contrario de lo habitual, podrían no ser defendidos por ningún miembro del Gobierno. Esta peculiaridad se debe al singular escenario originado por el triunfo de la moción de censura que el pasado viernes otorgó la Presidencia del Gobierno al socialista Pedro Sánchez.
Según explicaron fuentes del Senado, no hay obligación de que los proyectos de ley sean defendidos por ningún miembro del Gobierno, a pesar de que la tradición es que, en el caso de los Presupuestos, el ministro de Hacienda defienda el proyecto.
Esta es la situación que podría producirse en la Cámara Alta, donde está previsto que el martes, a partir de las 16.00 horas, tenga lugar el debate de totalidad del proyecto presupuestario, en el que se votarán los vetos presentados por los grupos parlamentarios, que tenían hasta las 12.00 horas del pasado viernes para presentarlos.
En concreto hay un total de 61 vetos, entre generales y a las secciones. De ellos, 21 han sido presentados por el grupo de Unidos Podemos, otros 21 por ERC, 17 por el grupo parlamentario nacionalista (formado por el PDECat, Coalición Canaria y la Agrupación Herreña Independiente) y, dentro del grupo mixto, uno de Compromís y otro de Bildu.
Por su parte, el grupo socialista en el Senado no ha presentado ningún veto. Esta decisión concuerda con el anuncio realizado el pasado jueves por Sánchez durante su intervención en el debate de la moción, en el que se comprometió a mantener las cuentas públicas elaboradas por el PP y aprobadas por la Cámara Baja el pasado 23 de junio con los votos favorables de PP, Ciudadanos, PNV, UPN, Foro, Coalición Canaria y Nueva Canarias.
PRESUPUESTOS HUÉRFANOS
El nuevo escenario surgido a raíz del nombramiento de Sánchez como presidente conlleva que los ministros que conformaban hasta ahora el Gobierno encabezado por Mariano Rajoy queden en funciones hasta que el líder socialista forme un nuevo Ejecutivo.
De esta forma, en función del tiempo que tarden en anunciarse y en tomar posesión los nuevos ministros, el Pleno del Senado podría debatir el martes los PGE con Cristóbal Montoro todavía como ministro de Hacienda y Función Pública en funciones. Sin embargo, ante la nueva situación, éste podría optar por no acudir a la sesión plenaria a defender el proyecto.
Otra posibilidad es que el martes ya se haya producido el cambio de cartera en el Ministerio de Hacienda y Función Pública y un nuevo ministro, elegido por Pedro Sánchez, ocupe ya dicho cargo y acuda a defender el proyecto.
Sin embargo, los acontecimientos ocurridos en la tramitación presupuestaria hasta este momento indican que, salvo sorpresa, las cuentas públicas tampoco serían defendidas por el nuevo ministro, ya que, desde el inicio de su tramitación en el Congreso de los Diputados, el PSOE se ha mostrado en contra de las cuentas elaboradas por el Ejecutivo popular. De lo contrario, se daría la situación paradójica de que un ministro del PSOE defienda unos PGE sobre los que apenas dos semanas antes los socialistas votaron en contra.
En caso de que los Presupuestos superen el trámite del debate de totalidad, algo garantizado por la mayoría absoluta del PP en el Senado, las cuentas públicas pasarían a la Comisión de Presupuestos de la Cámara Alta para, por último, volver al Pleno programado para el 19 de junio. En esa ocasión volvería a repetirse la situación en la que ningún ministro defienda unos PGE que, en caso de no incorporar ninguna enmienda en todo el proceso, serían aprobados de forma definitiva si el PP así lo decide.
ENMIENDAS DEL PP
En este sentido, en los últimos días distintas fuentes del PP y del Gobierno señalaron que seguirán adelante con la aprobación de los PGE después del esfuerzo realizado para su elaboración. Así, el portavoz popular en el Congreso, Rafael Hernando, aseguró el viernes que su partido aprobará en el Senado los PGE, pero al mismo tiempo anunció que presentará enmiendas, por lo que el proyecto presupuestario tendría que volver a la Cámara Baja para que los diputados decidan si aceptan o rechazan esos cambios.
Por ejemplo, como venganza por el apoyo de PNV y Nueva Canarias a Sánchez, el PP podría anular, a través de sus enmiendas, parte de los acuerdos alcanzados con estas formaciones para la aprobación de los PGE en el Congreso.
De esta forma, las modificaciones que el PP introduzca en los PGE en el Senado podrían ocasionar una situación incómoda para Sánchez, que tendría que buscar una mayoría de votos con la que rechazar las enmiendas aprobadas por el PP en el Senado y así aprobar los PGE tal y como salieron del Congreso, donde el PSOE votó en contra de las cuentas. Según el calendario aprobado por el Senado para la tramitación presupuestaria, el plazo para presentar enmiendas finaliza mañana, lunes, a las 18.00 horas.