La Sala de lo Social del Tribunal Supremo ha decidido anular la decisión de Sanitas de cambiar unilateralmente la política de incentivos de sus comerciales al concluir que, antes de adoptar la medida, la empresa debería haber facilitado a los representantes de los trabajadores información sobre estos «cambios sustanciales».

La decisión de la compañía de seguros médicos afectó a cerca de 250 trabajadores. Los sindicatos y la inspección de trabajo advirtieron a la empresa de que al tratarse de «cambios sustanciales» tenía que abrir un periodo de consultas como establece el artículo 41 del Estatuto de los Trabajadores.

Los magistrados de la Sala de lo Social del Supremo, presididos por Jesús Gullón, señalan en su sentencia que Sanitas rectificó e inició dicha consulta pero no facilitó ninguna información a los representantes de los trabajadores y cerró el trámite sin agotar el plazo legal.

Estas circunstancias han llevado al Alto Tribunal a concluir que la empresa, en realidad, no quería llegar a un acuerdo sino sólo cumplir con el trámite.

El Supremo, en consecuencia, ha decidido anular la decisión de Sanitas de restringir los incentivos a sus comerciales.

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