El Tesoro Público ha colocado este jueves 4.492,732 millones de euros en una subasta de bonos y obligaciones del Estado, en el rango medio previsto, y lo ha hecho elevando el interés ofrecido a los inversores por la referencia a 30 años al 3,881%, según los datos publicados por el Banco de España.
En esta segunda emisión del mes de noviembre, el organismo público ha logrado una demanda de 8.008,8 millones de euros, superior a lo adjudicado, aunque no ha logrado duplicar la colocación final de deuda.
En concreto, el Tesoro ha emitido este jueves bonos del Estado a 5 años, con cupón del 2,70%; obligaciones del Estado indexadas a la inflación con una vida residual de 9 años y un mes, con cupón del 0,70% y obligaciones del Estado a 30 años, con cupón del 4%.
En la emisión nueva de bonos del Estado a 5 años, el Tesoro ha captado 2.385,447 millones de euros, frente a una demanda de 4.065,572 millones, con un tipo de interés marginal del 2,755%.
Por su parte, en obligaciones del Estado indexadas a la inflación con una vida residual de 9 años y un mes, el organismo ha adjudicado 495,125 millones, por debajo de unas peticiones de 1.091,129 millones, con una rentabilidad de 1,112%, inferior al 1,218% de la emisión anterior.
En cuanto a las obligaciones del Estado a 30 años, el Tesoro ha colocado 1.612,130 millones de euros, frente a una demanda de 2.852,130 millones. La rentabilidad, en este caso, ha subido del 3,860% de la pasada emisión al 3,881%.
El pasado martes, el Tesoro colocó 4.956 millones de euros en letras a seis y doce meses, en el rango alto previsto, y lo hizo elevando la rentabilidad a un año, pero reduciéndola en el caso de las letras a seis meses.
La estrategia de financiación del Tesoro de 2024 prevé unas necesidades de financiación nueva de en torno a los 55.000 millones para este ejercicio, lo que supone una reducción 10.000 millones respecto a las de 2023.
En conjunto, la emisión bruta prevista por el Tesoro ascenderá a 257.572 millones de euros, un 2% superior a la de 2023 debido al incremento de las amortizaciones, y el grueso se cubrirá mediante la emisión de instrumentos a medio y largo plazo con el objetivo de mantener la vida media de la cartera de deuda pública.
Dentro de la estrategia del Tesoro para 2024 está previsto recurrir nuevamente a las sindicaciones para la emisión de determinadas referencias de obligaciones del Estado.
Otro de los objetivos para 2024 será mantener la diversificación de la base inversora y apostar por la emisión de bonos verdes como elemento estructural del programa de financiación, reforzando de esta forma el mercado de finanzas sostenibles.