El trole vuelve a la carga

Los vehículos eléctricos cobran cada vez más protagonismo en el sector del transporte

El futuro en el sector del transporte pasa irremediablemente por fuentes de energía alternativas, que tengan menos costes ambientales y económicos. Los vehículos eléctricos ya se perfilan como la nueva solución y están cada vez más presentes en el uso cotidiano de los ciudadanos. Es por ello que en los transportes de carga se ha empezado a valorar de nuevo la implantación de los trolebuses y los trolecamiones.

La característica principal de estos viejos conocidos, fundamentalmente para la población más adulta, es el trole doble. Se trata de un par de pértigas metálicas y electrificadas, que conectan su motor a un tendido eléctrico aéreo que discurre por encima de las calles por las que transita.

Los trolebuses, al moverse impulsados por la electricidad de la catenaria, son más efectivos que los autobuses urbanos y menos contaminantes porque no emiten gases a la atmósfera. Además, frente a los tranvías, estos son mucho más flexibles y más silenciosos puesto que no circulan por raíles.

Es por ello que durante los últimos años en España ha habido varios proyectos de implantación del trolebús en diferentes ciudades como Valencia, Alicante, Elche o Castellón de la Plana, aunque el único que está operativo hasta la fecha es este último.

Pero el futuro de este medio eléctrico no pasa solo por la recuperación de estos autobuses en las ciudades, sino que el “trolecamión” llega también pisando fuerte de la mano de Siemens.

Y es que la compañía ha creado una solución para hacer realidad camiones eléctricos más eficientes y económicos, que pueden adaptarse fácilmente a los modelos existentes a través de un motor eléctrico.

Para que ese motor funcione necesita una fuente de alimentación, que, a través de una subestación eléctrica y una red catenarias instaladas en las propias carreteras, los camiones pueden autoabastecerse de electricidad sin necesidad de utilizar combustibles fósiles. Es lo que Siemens denomina “eHighway”, las autopistas eléctricas. Este sistema consigue una eficiencia del 80 por ciento, de tal forma que los camiones que se conectan a él son el doble de sostenibles que los diésel gracias a los cables eléctricos, que transmiten la energía con una pérdida de electricidad de tan solo un uno por ciento.

Así, esta revolucionaria tecnología permitirá reducir las emisiones de CO2 de los camiones, que actualmente generan el 50 por ciento de las emisiones de NOx, además de grandes cantidades de gases de efecto invernadero. O, lo que es lo mismo, unos costes de entre 43.000 y 46.000 millones de euros cada año a los estados de la Unión Europea.

Países como Suecia o Estados Unidos ya han apostado por este modelo para reducir la contaminación de las áreas más transitadas por camiones con el fin de que el transporte de mercancías sea más eficiente.

Asun Infante