Grecia ha decidido. Apenas unos minutos después de cerrar la urnas ya conocemos los primeros sondeos. Si se confirman los resultados, en torno a las 20:30 – 21:00, la formación izquierdista Syriza se convertiría en el partido más votado con entre el 35,5 y 39,5 por ciento de los votos. Por su parte el partido del hasta ahora Primer Ministro, Antonis Samaras, Nueva Democracia pasaría a ser la segunda fuerza más votada con entre el 23 y 27 por ciento de los votos. La sorpresa se ha producido al conocer el empate técnico entre To Potami, partido centrista fundado por el periodista griego Stavros Theodorakis, y Amanecer Dorado, grupo político neonazi comandado por Nikolaos Michaloliakos (en prisión preventiva desde 2013). Ambos partidos habrían obtenido ntre el 6,4 y ocho por ciento de los votos. Pasok (Movimiento Socialista Panhelenico) quedaría relegado a una quinta posición con tan sólo entre el 4,2 y 5,2 por ciento de los votos.
En cuanto al porcentaje de participación, todavía no se han recibido datos concretos, no obstante, según acaba de informar la televisión pública griega «ha sido muy bajo».
Un sistema electoral que «salió rana»
El «sistema electoral proporcional reforzado» empleado en Grecia fue diseñado por las hasta ahora dos principales fuerzas políticas griegas, el partido de derechas, equivalente en España al Partido Popular, Nueva Democracia y la formación de izquierdas Pasok , homologable al PSOE. El sistema establece que todos aquellos partidos que no hayan obtenido el mínimo del tres por ciento de los votos «quedarán fuera», pero sí serán decisivos para garantizar la gubernabilidad de uno u otro partido. Además, establece que el partido ganador obtendrá un bonus de 50 escaños, lo que implicara que si el partido de Alexis Tsipras, Syriza, consigue alcanzar los 101 escaños en el Parlamento griego obtendría técnicamente la mayoría absoluta.
Cuando se esbozó el sistema electoral griego el objetivo era garantizar la gubernabilidad de los partidos que lo pertrecharon. Si los resultados de los sondeos se confirman todo apunta a que de nada sirve la estrategia política frente a un 26 por ciento de desempleo y 300.000 familias en el umbral de la pobreza.