Los peores temores de los líderes europeos se confirman. Syriza ha ganado las elecciones en Grecia y «el tic tac» de Pablo Iglesias ha dejado en silencio a Europa. Con cerca del 70 por ciento de los votos escrutados la formación liderada por Alexis Tsipras obtendría un 35,98 por ciento de los votos y 149 escaños rozando la mayoría absoluta. «A partir de mañana» Syriza deberá tomar las riendas de una Grecia con 300.000 familias en el umbral de la pobreza, una tasa de desempleo del 25 por ciento -más de un 50 por ciento de paro juvenil- y una deuda externa que supera los 321.000 millones de euros (lo que significa el 176 por ciento del PIB).
Precisamente la pregunta de ¿qué va a ocurrir la deuda? es la que más se repite esta noche en los medios de comunicación. El 68 por ciento corresponde a los socios europeos y al FMI (Fondo Monetario Internacional), y el resto (41.700 millones) al BCE (Banco Central Europeo). España también se encuentra dentro del grupo de acreedores de Grecia con un montante que asciende a 32.700 millones.
Por el momento no hay respuestas, sólo la que el electo primer ministro Alexis Tsipras ha pronunciado durante su discurso «el nuevo gobierno griego estará listo para negociar y cooperar una sostenible solución para el sobreendeudamiento y recuperar la cohesión social». Una negociación que deberá producirse sí o sí, si Tsipras quiere evitar que se cumpla la amenaza del BCE de retirar los 10.000 millones de euros que inyecta mensualmente al país heleno y que se destinan a la concesión de créditos a familias y empresas, con el objetivo de evitar así la parálisis total de la economía griega.
Cambio, espacio y tiempo
«Syriza es un ejemplo de una Europa que cambia». El discurso de esta noche de Tsipras se ha caracterizado por la constante de optimismo y esperanza que ha marcado su campaña «Grecia pasa página y deja la austeridad del desastre, se cierra de manera incuestionable el círculo vicioso de la austeridad de nuestro país. La Troika es pasado pero esto no significa que sea un cheque en blanco», ha espetado.
Por otra parte, el líder de Syriza ha reconocido que «empezamos un trabajo duro», y que la recuperación será un proceso lento «ha ganado la Grecia que lucha pero se necesita espacio y tiempo para construir un futuro con confianza y con dignidad.»
Un futuro que empezará mañana y cuyos primeros resultados los veremos en Bruselas el próximo 28 de febrero, cuando se negocien los 28.000 millones de euros correspondientes al segundo tramo del rescate griego. También habrá que esperar a mañana para comprobar si se empiezan a poner en marcha algunas de las medidas anunciadas por el partido de extrema izquierda, entre ellas el incremento del salario mínimo hasta 751 euros y la gratuidad en los recibos del agua, electricidad y transportes.