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En 2015, Educación no prevé implantar el sistema de préstamos universitarios

La secretaria de Estado de Educación, Formación Profesional y Universidades, Montserrat Gomendio, ha subrayado que la propuesta de crear un sistema de préstamos para estudiantes universitarios paralelo al actual sistema de becas no está previsto para esta legislatura, al mismo tiempo que destaca que la intención del Ministerio con esta proposición es generar debate sobre el vigente sistema porque es «ineficiente, no da el nivel de formación adecuado a los estudiantes y además no es sostenible».

«No estamos anunciando una medida que vayamos a tomar en 2015. Lo que estamos diciendo es que el sistema actual no es sostenible y que tenemos que empezar a pensar en cómo modificarlo para tener un sistema realmente sostenible desde el punto de vista económico, y que realmente garantice que los estudiantes adquieren el mismo nivel de conocimientos y competencias que los estudiantes de otros países», ha asegurado la secretaria de Estado.

Según ha indicado, Educación no estima conveniente implantar el sistema de préstamos en la actualidad, dada la situación económica del país, con una alta tasa de paro juvenil, entre otras razones porque «ahora las posibilidades de que los jóvenes devolvieran esos préstamos serían bajísimas».

¿CÓMO PODRÍA SER ESE NUEVO SISTEMA?

La ‘número dos’ de Educación defiende que el sistema de préstamos universitarios está extendido en otros países de Europa, Estados Unidos, Canadá y Australia, donde funciona «muy bien».

«Cuando nos comparamos con otros países vemos que hacen cosas que funcionan bien y creemos que tenemos que empezar a intentar tener ese debate en nuestro país. ¿Por qué no lo vamos a hacer si pensamos que es una buena idea? Eso sí, es una buen idea en otro contexto, no en uno con un nivel de de desempleo juvenil tan alto», agrega.

Así, ha asegurado que este sistema «no es incompatible con las becas» sino «complementario». Es más, señala que no estaría fundamentalmente dirigido a los estudiantes con una renta familiar «baja» que podrían seguir accediendo al sistema de becas, sino a los estudiantes que no cumplen los requisitos de renta baja, y que están por encima de ese umbral y no pueden recibir beca.

Gomendio precisa también que la cuantía no se limitaría a cubrir el pago de las tasas universitarias, sino que permitiría costear otros gastos como el alojamiento, de cara a facilitar la movilidad de estudiantes a universidades lejanas al domicilio familiar.

A su vez, ha apuntado que, en caso de llevarse a cabo, dicho sistema debería de ser «voluntario» y la devolución de los préstamos iría condicionada a que los universitarios obtengan un nivel mínimo de ingresos.

CUESTIÓN DE «CORRESPONSABILIDAD»

Destaca también que este nuevo sistema de préstamos respondería a un «tema de corresponsabilidad» donde se responsabilizaría al estudiante y se le haría consciente de los beneficios de cursar unos estudios en la universidad, así como del coste que ello supone porque «la educación es muy costosa».

Así, ha insistido en que el acceso a estudios universitarios permite que quienes los realizan puedan aspirar a «empleos de mejor cualificación» y, en consecuencia, «mejor salario que aquellos estudiantes que no los han cursado». En este punto, considera que, en caso de alcanzar dichas condiciones salariales, los préstamos permitirían a los profesionales «devolver una parte de lo que la sociedad les ha dado».

Sobre si hay demasiadas facultades en España, Gomendio cree que es una afirmación «equivocada», aunque ha subrayado que «sí cree que hay demasiadas titulaciones«. «El hecho objetivo es que pasamos de un catálogo nacional de 140 titulaciones a un procedimiento que se inicia por las propias universidades dentro de su marco de autonomía, donde ya vamos por casi 2.500 grados y más de 3.000 masters. Son entre 6.000 y 7.000 titulaciones», ha explicado.

En este contexto, ha avisado de que, del total de grados que se imparten en España, «prácticamente el 50 por ciento tiene menos de 75 alumnos en primer curso».

RACIONALIZAR LAS UNIVERSIDADES

A su juicio, este dato apunta a la necesidad de «introducir un elemento de racionalización» en las universidades, que deberían centrarse en identificar y especializarse en sus fortalezas, además de revisar sus debilidades; todo ello, en lugar de ofrecer «un amplísimo abanico» de titulaciones, que las lastra a la hora de posicionarse en los ranking internacionales y fomentar la movilidad.

No obstante, Gomendio destaca que España tiene «grupos de investigación excelentes», a pesar de no encontrarse las universidades españolas entre los primeros puestos internacionales.

La número dos de Educación defiende también que la especialización de los centros universitarios haría que los estudiantes «fueran más selectivos» a la hora de elegir universidad, en lugar de «esperar a tener dentro de su zona geográfica una universidad que lo oferte todo».

EUROPA PRESS

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