Endesa obtuvo un beneficio neto en el primer trimestre del año de 342 millones de euros, un 21,4% menos respecto al mismo periodo del ejercicio anterior. Esta caída ha tenido su origen, según la compañía, por el importe positivo no recurrente de 173 millones de euros generado por la operación de canje de Emission Reduction Units (ERUs) y Certified Emission Reductions (CERs) por European Union Allowances, que no se ha replicado en los tres primeros meses de 2016. Sin contar este efecto, el beneficio neto de la compañía aumenta un 10,3%.
Entre enero y marzo, Endesa ingresó 4.878 millones de euros, un 10,5% menos que en el mismo ejercicio del año anterior por, además de lo anterior, los bajos precios del periodo ocasionados por la elevada producción eólica e hidráulica, así como los reducidos precios de la ‘commodities’.
Por su parte, obtuvo un Ebitda (resultado bruto de explotación) de 801 millones de euros, un 15,9% menos debido al mismo efecto que los beneficios. Sin contar dicho efecto, habría aumentado un 2,8%.
La deuda financiera de la compañía ascendía a 4.482 millones a cierre de marzo, un 3,7% más que en el trimestre anterior debido a las partidas destinadas a financiar las inversiones y el pago de dividendos.
El ‘cash flow’ operativo bajó un 26,7% hasta los 665 millones de euros como consecuencia del menor resultado del periodo y de los 249 millones de euros más en compensaciones extrapeninsusales.
En cuanto a las inversiones brutas, 177 millones de euros correspondieron a inversiones materiales e inmateriales y 58 millones a inversiones financieras.