El grupo energético italiano Enel, al que pertenece la eléctrica española Endesa, multiplicó por trece su beneficio neto el año pasado, al pasar de 238 a 3.235 millones de euros, según informó este miércoles la compañía en un comunicado.
El beneficio recurrente de la compañía aumentó también, hasta los 3.119 millones de euros, un 10,3% más respecto a los 2.828 millones de 2012, mientras que los ingresos fueron de 80.535 millones de euros, un 5,2% menos que en 2012, como consecuencia de los menores ingresos de la venta de energía eléctrica.

El beneficio bruto de explotación (Ebitda) fue de 17.011 millones de euros, un 7,6% más, mientras que el beneficio neto de explotación (Ebit) ascendió un 46,1%, hasta los 9.944 millones de euros.

Asimismo, la compañía redujo su endeudamiento, hasta los 39.862 millones, un 7,2% menos respecto a los 42.900 millones registrados el 31 de diciembre de 2012, y ha propuesto un dividendo de 0,13 euros por acción para el ejercicio 2013.

El consejero delegado de Enel, Fulvio Conti, mostró su satisfacción con los resultados, ya que «confirman la eficacia de la estrategia de diversificación geográfica y tecnológica» al conseguir los objetivos financieros y la reducción de la deuda financiera neta.

Conti valoró los resultados a pesar del «ciclo económico adverso permanente en Italia y España» y las «dudas» medidas de regulación «desventajosas» adoptadas por el Gobierno español en 2012 y 2013.

Dentro de su plan industrial para 2014-2018, la compañía prevé mantener su beneficio en torno a los 3.000 millones de euros, y aumentarlo a 3.700 millones en 2016 y 4.500 millones en 2018.

Además, espera reducir su endeudamiento financiero neto a unos 37.000 millones de euros en 2015, y situarlo en 36.000 millones en el año 2018, para lo que prevé finalizar su programa de venta de activos, de unos 4.400 millones de euros a finales de 2014.

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