La dimisión oficial se ha producido a las 18.15 horas a través de un escrito que Letta ha enviado al presidente de la República, Giorgio Napolitano. Decía que «como resultado de las decisiones tomadas hoy por el Partido Nacional Democrático le expreso mi deseo de ir mañana al parlamento a dimitir como presidente del Consejo de Ministros» ha concluido Letta.
Ya lo había dejado claro a la dirección de su partido, si no le apoyaban, se iría. No se equivocaba, el órdago lanzado por Matteo Renzi ha dado resultado. Esta tarde la cúpula del PD ha dado la espalda al primer ministro italiano tras exponer Renzi la necesidad urgente de abrir las puertas a un nuevo gobierno en Italia.
Ahora la pelota está en el tejado del Napolitano, en las manos del cual se va a poner el gobierno en este vacio de poder. A pesar de su renuncia, Letta ha dicho que va a volver para dar las gracias personalmente a su equipo, será este viernes en la celebración del Consejo de Ministros. Mientras tanto, el ex subsecretario del Partido Demócrata ha cancelado sus compromisos en el extranjero, lo que confirma la decisión de irse.
Letta ha dicho que tiene «la serena convicción de que ha hecho cosas muy complicadas en los últimos diez meses» y ha actuado con su responsabilidad habitual porque ha dicho que no iba a haber duelos, «este es el partido que yo he ayudado a fundar y, como ustedes saben, no soy un fan de los duelos
Letta ha pasado la tarde en el Palacio Chigi con el portavoz, Gianmarco Trevisi y con la responsable de comunicación del Gobierno, Monica Nardi. Después se encerró en su estudio junto con Angelino Alfano, Maurizio Lupi y Quagliariello.