Esas increíbles promesas de creación de empleo por Manuel Caraballo

Datos de la última EPA revelan indudablemente que nuestra economía sigue destruyendo puestos de trabajo. Ante la inminente entrada de un largo y tedioso periodo electoral que durará casi dos años, el gobierno se toma al pie de la letra que debe animar a los agentes económicos para que la economía, por el simple efecto del optimismo, vuelva a los días de vino y rosas. Una lectura extremadamente simplista de cómo funciona la inteligencia de unos ciudadanos cada vez mejor informados.

Aparte de la triste e inútil controversia acerca de qué estadística se debe tener en cuenta, si EPA o personas solicitantes de empleo en el antiguo INEM, lo cierto es que el dato que siempre se debe considerar es el número de personas inscritas en la Seguridad Social. Podemos discutir de porcentajes de personas trabajando a tiempo parcial o no, pero lo relevante en realidad es ese dato. Es la información que nos revela por una parte las personas que realmente están trabajando y por otro, y más relevante si cabe, el montante de puestos de trabajo que tiene una economía. Es la información importante a la hora de entender los niveles de ingresos de la economía, de interpretar el consumo, el ahorro, la inversión, el crédito, etc. Por tanto, información muy valiosa para el estudio de la economía y poder proyectar su evolución futura.

No obstante lo anterior, la EPA revela que nuestra economía destruyó 184.600 puestos de trabajo en el primer trimestre del año en relación al trimestre anterior, como se puede ver en el siguiente gráfico, cuya fuente es El Confidencial. El gobierno indica que se están creando puestos de trabajo, cuando en realidad la economía ha perdido una cantidad muy importante, sin percatarse que la población activa se va reduciendo como consecuencia de factores como el envejecimiento, la incorporación de menos personas al mercado laboral, pero muy especialmente a la salida de trabajadores hacia otros países, sean antiguos inmigrantes o nacionales.
Lejos quedan ya los 21,5 millones de personas trabajando, frente a los 16,95 millones actuales, según la EPA, quedándonos en un triste 44,05% de tasa de ocupación (una pérdida de 4,5 millones de puestos desde el comienzo de la crisis), que se deriva principalmente del efecto desánimo de muchos trabajadores cansados de estar buscando empleo y especialmente por la emigración.

La cuestión importante aquí es que España está perdiendo potencial económico a marchas forzadas. El único consuelo que nos queda es el de los tontos: lo hace a ritmos menores, tal como se aprecia en este gráfico:

GRAFICO CARABALLO EPAMás lamentable aún, en medio de una precampaña electoral, el gobierno emite un informe a Bruselas sobre los principales parámetros económicos hasta 2017, y basa el crecimiento nada más y nada menos que en el sector de la construcción y en incremento de la emigración. Para llorar.

Tal como indica The Spain Report, “el Sr. Rajoy promete la creación de cientos de miles de puestos de empleos en los próximos dos años, aunque los votantes españoles no deberían confiar en él dada la falta de honradez demostrada desde 2011”. Efectivamente, este gobierno no tiene un plan para crear 3,5 millones de puestos de trabajo para esta legislatura, tal como indicó el Sr. Pons en la campaña electoral que llevó al PP a su mayoría absoluta, ni los dos millones que proclamó el presidente justo al cumplir los dos años de mandado, ni probablemente tenga un plan para crear esos 600.000 puestos en dos años.

Que la inteligencia del ciudadano decida.

Manuel Caraballo Callero, economista

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