Escrivá niega una congelación en pensiones y dice que la inflación estará “muy contenida” de cara al salario de los funcionarios

El ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, afirmó este viernes que no se van a congelar las pensiones el próximo año y que la posibilidad de que no se actualice el salario de los funcionarios “desde el punto de vista macroeconómico no es muy relevante”, además de estar prevista una inflación “muy contenida” el próximo año.

Así lo dijo en una entrevista en la Cadena Cope recogida por Servimedia en la que fue preguntado sobre si se aprobará una congelación salarial para los funcionarios en 2021.

El ministro señaló que ese asunto “desde el punto de vista macroeconómico no es muy relevante” frente a otros y que la evolución de los precios va a ser “negativa” en lo que queda de año y “muy contenida” el próximo.

Escrivá se remitió al Ministerio de Hacienda respecto a este asunto y consideró “lógico” que surjan informaciones apuntando a la posible congelación porque “en una etapa como la actual se preparan muchos escenarios” y “se intentan casar las cuentas”.

Sobre la posibilidad de que se congelen las pensiones, Escrivá negó esta opción y señaló que el objetivo de su departamento es “despejar la incertidumbre” actual sobre la revalorización de las pensiones estableciendo una “regla fija” que mantenga el poder de compra.

Preguntado sobre si habrá aumento de impuestos para el año que viene, Escrivá se refirió a los beneficios fiscales actualmente en vigor para decir que España es el país europeo que más figuras de este tipo tiene y que según un estudio de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef) suponen hasta 60.000 millones.

Con una retirada de bonificaciones fiscales, “pueden pagar más impuestos aquellos que se benefician de esas bonificaciones”, dijo.

Afirmó no tener la “impresión” de que “vaya a haber modificaciones en este momento” en el IRPF y apuntó la creación de nuevos impuestos relacionados con el medioambiente.

En cuanto a los ERTE, el ministro señaló que quedan unas 800.000 personas aún y que en las negociaciones para prorrogar los expedientes “lo importante es que nos focalicemos y pongamos el esfuerzo en aquellos sectores que genuinamente no pueden activarse y los que tienen una demanda muy débil a la que enfrentarse”.