Nuestro país ha cerrado con un 5,7 por ciento, una décima por debajo del compromiso adquirido
España va bien aunque no tanto como esperaba el Gobierno. En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros la vicepresidenta del Gobierno Soraya Saénz de Santamaría informaba que España cerró 2014 con un déficit público del 5,72 por ciento del PIB (Producto Interior Bruto), lo que supone una mejora de una décima con respecto al compromiso de 5,8 por ciento adquirido con Bruselas, y que en valores absolutos representa 60.537 millones de euros Un esfuerzo de ajuste en el déficit estructural «de los más grandes del mundo», puntualizaba el Ministro de Hacienda, Cristobal Montoro, y que estamos haciendo bajo el marco de «una economía en recesión».
Sin embargo, España no ha sido capaz de alcanzar el 5,5 por ciento de «auto – exigencia» que se había marcado nuestro Gobierno. En palabras del titular de Hacienda no ha sido posible «por el one off del céntimo sanitario», que ha supuesto un coste adicional de 1.699 millones de euros. «Si no hubiera ocurrido hubiésemos cumplido con el objetivo del 5,5 por ciento previsto», sentenciaba Montoro.
Aunque a efectos de déficit no computan, en informe destaca que las ayudas que desde la Administración se han prestado a las entidades financieras se redujeron más de un 75 por ciento durante el año pasado, pasando de los 4.897 millones de euros de 2013 a los 1.247 millones que provendrían de la inyección del Frob (Fondo de Restructuración y Ordenación Bancaria) a Catalunya Bank para el proceso de venta de las hipotecas basura de la entidad.
España es gobernable
Para el ministro de Hacienda, y a la vista de los datos los ajustes que se vienen aplicando desde el inicio de la legislatura nos ha convertido en «líderes» y además demuestra que España es «gobernable» en términos de política económica y de coordinación de sus políticas presupuestarias. «Hemos superado el desafío y estamos saliendo de la crisis y de la destrucción de puestos de trabajo», ha apostillado. A este respecto Montoro ha querido lanzar un mensaje a todos aquellos que se han mostrado críticos con la recuperación aludiendo a factores como la caída del petróleo o la devaluación del euro que «son para todos los países europeos».
No obstante aún queda mucho recorrido para llegar al objetivo de «déficit casi cero» para 2017 y si bien la Administración central ha reducido en más de un 15 por ciento el objetivo de déficit (37.468 millones de euros) y las corporaciones locales lograron cerrar el año con un superávit del 0,53 por ciento (5.662 millones), las Comunidades Autónomas continúan suponiendo un gran lastre de las cuentas del Estado.
Lejos de reducir su déficit la Administración Regional se desvía un 1,66, es decir, casi 1.600 millones más que el registrado a cierre de 2013 (15.932 millones) y que en términos de PIB supuso un 1,52 (14 décimas menos). Esta «gran dispersión» se justificaría por los 2.700 millones de euros que recibieron de menos las autonomías en 2014 por las inyecciones del Fondo de Liquidez Autonómica (FLA). Tal y como ha descrito Montoro, «en la lista se distinguen tres categorías: las que cumplen, las que están próximas, y las distantes». En el primer grupo Canarias, Galicia, Navarra y Castilla y León; en la parte contraria de la tabla, Murcia, Cataluña, Comunidad Valenciana y Extremadura.