El Gobierno central, la Comunidad y el Ayuntamiento de Madrid han unido fuerzas este miércoles para respaldar de forma conjunta en Bruselas la candidatura oficial de la capital española para albergar la sede de la Autoridad Europea de Lucha contra el Blanqueo de Capitales (AMLA, por sus siglas en inglés), que proponen que tenga sede en la Torre de Cristal, situada en el centro financiero madrileño.
La presentación oficial de la candidatura ha corrido a cargo de una delegación española compuesta por el secretario general del Tesoro, Carlos Cuerpo; el director general de Economía de la Comunidad de Madrid, Juan Manuel López Zafra, y el concejal del área de Internacionalización y Cooperación del Ayuntamiento de Madrid, Santiago Saura.
La candidatura cuenta con el respaldo de todas las instituciones, incluido el Ministerio de Asuntos Económicos, y aunque la autoridad aún no se haya constituido formalmente, a falta de que la Eurocámara y el Consejo lo adopten finalmente, se espera que este proceso se culmine en 2023 y la autoridad inicie su andadura en 2024.
Las autoridades españolas ya trabajan de forma activa para dar a conocer su interés en que Madrid sea sede, por primera vez, de una autoridad europea y argumentando como principal baza, el compromiso de España en materia antiblanqueo al contar con un marco normativo y jurídico «líder», según ha destacado Carlos Cuerpo.
«Una de las principales fortalezas radica en el liderazgo de España en la lucha contra el blanqueo de capitales y en la dilatada experiencia de un personal altamente cualificado, además de contar con una elevada reputación a nivel internacional», ha afirmado el secretario del Tesoro.
Por su lado, el concejal del área de Internacionalización y Cooperación del Ayuntamiento de Madrid, Santiago Saura, ha subrayado que el edificio «icónico» que es la Torre de Cristal estará disponible y listo para su uso en cuanto la Unión Europea apruebe la entrada en funcionamiento de la AMLA con los «mejores estándares y condiciones».
Otra de las ventajas a las que alude la candidatura son las bondades que ofrece la capital en materia de calidad de vida, digitalización y conectividad, transporte o paisaje económico y cultural, frente a las otras ciudades candidatas, entre las que se encuentran Viena o Fráncfort, todo ello enfocado a promocionar las facilidades que puede ofrecer la ciudad a esta nueva autoridad europea.
En este sentido, el director general de Economía de la Comunidad de Madrid, Juan Manuel López Zafra, ha incidido en que Madrid reúne una serie de «fortalezas» que la convierten en la «mejor ciudad candidata» para acoger la futura sede porque cuenta con una «excelente calidad de vida, pujanza económica y un conjunto de servicios y oportunidades para los trabajadores y sus familias».
Todo ello, ha agregado, con un coste de vida «significativamente inferior» al de otras capitales y ciudades europeas y que, además, cuenta con una «exitosa» experiencia en la organización de grandes eventos internacionales.