La selección española de fútbol será una de las protagonistas de la Copa del Mundo que acogerá Catar el año que viene después de sacar su billete directo a la cita tras ganar este domingo por 1-0 a una Suecia que no lo puso fácil una vez más en el Estadio de La Cartuja y que sólo claudicó en los minutos finales por un gol de Álvaro Morata.
A España le valía el empate y ese marcador se reflejó y alargó el suspense sobre quien sería el agraciado con el primer puesto del Grupo B hasta el minuto 86. Los suecos resistieron de nuevo y gozaron seguramente de mejores ocasiones para haber puesto las cosas muy complicadas a los de Luis Enrique Martínez, pero estos resistieron, y en un contragolpe, Álvaro Morata recuperó el idilio con la afición.
El delantero de la Juventus recogió un disparo al larguero de Dani Olmo y empujó a placer la pelota al fondo de la red para poner fin a cualquier atisbo de agonía para el combinado nacional que sigue sin fallar a un Mundial desde 1974 y a una gran cita internacional desde la Eurocopa de 1992. Su rival y su carácter competitivo buscarán su suerte en una repesca aún más complicada que las de antaño.
Como era de esperar, España sometió muy rápido a una Suecia, más reforzada pese a que tenía que arriesgar más y que prescindió de Ibrahimovic junto a Isak para poner a Kulusevski. Luis Enrique también movió su once, con las entradas de Soler, en el medio por Koke, Jordi Alba, Azpilicueta y Dani Olmo, manteniendo a Raúl de Tomás como ‘9’ y con Pau Torres como sustituto de Íñigo Martínez.
La pelota tuvo color español desde el pitido inicial de Brych. Busquets y Gavi tomaron los mandos y movieron con velocidad la pelota para desarmar a los visitantes, principalmente por el lado donde el joven del Barça se asociaba con Olmo y Alba. La primera de la tricampeona de Europa vino, en cambio, con un afilado disparo de Sarabia desde la derecha que se fue rozando el palo.
De todos modos, los de Jane Andersson, una vez más, sobrevivieron a la impetuosa salida española y además avisaron de su peligro a la contra con una gran ocasión de Forsberg. El centrocampista del Leipzig condujo con velocidad y cuando estaba centrado ante Unai Simón no ajustó bien su disparo. Un aviso que no hizo aflojar a España, pero que sí la frenó en dar continuidad a esa buena puesta en escena.
El choque se fue equilibrando con el paso de los minutos. La selección no fue capaz de meter ‘miedo’, con Lindelof y Nilsson controlando bien los intentos locales, y Suecia, cada vez más asentada y cómoda, sí lo hizo, otra vez con Forsberg, su mejor hombre y cuyo remate en el segundo palo rozó el 0-1 al filo de un descanso que arrojó más incertidumbre de la que se podía atisbar de inicio.
SUECIA VUELVE A ASUSTAR
Las sensaciones no habían sido las mejores en el tramo final del primer tiempo y para añadir más tensión, nada más comenzar el segundo tiempo vinieron otros dos sustos más, uno de Isak y otro de un Forsberg, este de Isak, al comienzo del segundo terminó por dejar claro que el billete mundialista iba a ser sufrido.
Morata (De Tomás) y Rodrigo Moreno (Sarabia) eran las primeras soluciones de Luis Enrique para tratar de cambiar el guión del encuentro y arrojar luz sobre la falta de claridad en los metros finales. Andersson también tiraba del banquillo y metía más mordiente arriba con Quaison, aunque a costa de sacrificar a Forsberg y sin introducir aún a Ibrahimovic.
Los cambios no le funcionaron a ninguno, aunque España al menos consiguió llevar el partido más a su terreno y alejar a los visitantes del área de Unai Simón. Para el tramo final del encuentro, ya con ‘Ibra’ en el campo, Suecia decidió arriesgar más en busca de la victoria con destino a Catar. Los espacios aparecieron entonces y el contragolpe español y Morata acabaron con el suspense y España se quedó con el pasaporte para el Mundial invernal.