España será la economía con mayor crecimiento del producto interior bruto (PIB) durante los próximos años, según las nuevas previsiones de Goldman Sachs, que anticipan una aceleración de la cuarta economía del euro en 2022, cuando crecerá un 6,5%, frente al 4,5% estimado para este año, superando ampliamente al resto de grandes economías avanzadas.
De este modo, si bien Goldman Sachs se muestra algo más cauto que el consenso de mercado respecto del crecimiento del PIB de España en 2021, con un ritmo del 4,5%, frente al 5,5% del consenso, para 2022 el banco estadounidense apuesta por España como la gran economía desarrollada que más crecerá en el mundo, con un 6,5%, siete décimas más que el consenso.
De cara a más largo plazo, la entidad espera que la economía española crecerá en 2023 a un ritmo del 3,9%, aún por encima del resto de grandes economías avanzadas, para moderar su expansión al 2,3% en 2024 y al 2% en 2025, superando en ambos cursos las previsiones correspondientes a la zona euro y a las principales economías europeas.
A nivel global, el influyente banco de Wall Street señala que, a pesar de que el periodo de mayor rebote económico haya quedado atrás, confía en que la expansión seguirá siendo fuerte los próximos trimestres gracias al impulso del consumo por el ahorro acumulado y de los avances en materia sanitaria y la reconstrucción de inventarios.
De este modo, Goldman Sachs espera que el crecimiento del PIB mundial alcance este año el 5,9% y en 2022 se modere al 4,5%, todavía más de un punto porcentual por encima del crecimiento potencial global, desacelerándose en los años siguientes al 3,4% en 2023 y al 3,3% y 3,2% en 2024 y 2025, respectivamente.
La economía estadounidense, que este año crecerá un 5,5%, perderá paulatinamente impulso en los siguientes ejercicios, con una expansión del PIB del 3,9% en 2022 y del 2,1% en 2023, aunque en los dos últimos ejercicios del horizonte de previsiones el crecimiento del PIB repuntará al 2,2% en 2024 y al 2,3% un año después.
En el caso de la zona euro, el crecimiento del PIB previsto para este año por Goldman Sachs es del 5,2%, mientras que para 2022 confía en una expansión del 4,4%, que se moderará un año después al 2,4% y pasará a ser del 1,6% en 2024 y del 1,4% en 2025.
«En los últimos meses nos hemos vuelto más optimistas sobre el impacto de la política fiscal en el crecimiento. Esto es sencillo en la zona del euro, donde la probable coalición de centro izquierda alemana parece dispuesta a gastar más y el fondo de recuperación de la UE comenzará a financiar proyectos de inversión de mayor tamaño el próximo año», señala la entidad, que también confía en una buena evolución del consumo en EE.UU. que se sumará al impacto del plan de infraestructuras aprobado.
SUBIDAS DE TIPOS EN EE.UU. EN 2022 Y DEL BCE EN 2024.
Por otro lado, los analistas de Goldman Sachs reconocen que no vieron venir el fuerte aumento de los precios en 2021, con una inflación más alta de lo esperado en Estados Unidos, lo que les ha llevado a adelantar su previsión de subidas de tipos por parte de la Reserva Federal (Fed) al próximo año, mientras que no esperan cambios por parte del Banco Central Europeo hasta 2024.
«La inflación estadounidense más alta de lo esperado nos llevó recientemente a adelantar un año completo nuestro pronóstico de ‘despegue’ de la Fed, hasta julio de 2022», señala la entidad, que sitúa una segunda subida de los tipos en noviembre de 2022 y otras dos alzas por año a partir de entonces.
Asimismo, el banco apunta que para cuando comiencen las subidas de la Fed, varios bancos centrales de economías avanzadas «ya deberían estar en el proceso de normalización», con aumentos de los tipos desde el nivel mínimo durante la pandemia de 150 puntos básicos en el caso de Nueva Zelanda, 75 puntos básicos en Canadá y 40 puntos básicos en Reino Unido, donde anticipa una primera subida de tipos de 15 puntos básicos en diciembre probablemente y luego aumentos de 25 puntos básicos en mayo y noviembre de 2022.
Sin embargo, a diferencia de la Fed, los analistas de Goldman Sachs consideran probable que algunos bancos centrales de economías avanzadas «estén muy por detrás en el aumento de tipos», señalando particularmente los casos del BCE y del Banco de la Reserva de Australia.
«Esperamos que la tasa se mantenga en suspenso hasta el tercer trimestre de 2024 en la zona del euro y hasta el cuarto trimestre de 2023 en Australia», apuntan.