España se mantiene a la cola de Europa en cuanto a la penetración de los vehículos eléctricos e híbridos y a la instalación de infraestructuras de recarga, según se desprende del ‘Barómetro de la electro-movilidad’ del segundo trimestre publicado este miércoles por la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac).
El barómetro de ANFAC analiza trimestralmente la evolución de la popularización de los vehículos electrificados (híbridos y eléctricos puros), así como el nivel de desarrollo de las infraestructuras de recarga.
Para ello valora el cumplimiento de una serie de objetivos, como lograr un 70% de penetración de los vehículos eléctricos puros frente a los híbridos, el volumen necesario de puntos de recarga y que el 30% de estos sean rápidos o super rápidos.
Con esas premisas, el estudio señala que en el primer semestre España solo ha crecido nueve décimas en el indicador global de electro-movilidad y obtuvo una valoración de 17,1 puntos sobre 100, «muy por debajo» de la media de los 14 países de la Unión Europea evaluados (UE-14), que se sitúa en 34 puntos.
En cuanto a la penetración del vehículo electrificado, en el segundo trimestre España se situó en la penúltima posición del ranking, solo por encima de la República Checa, y fue superada por Italia.
«El segundo trimestre se ha visto condicionado por la caída de ventas causadas por la crisis del Covid-19», apunta la organización, que también señala que tras la reapertura de los mercados los vehículos electrificados han recuperado «progresivamente el ritmo de demanda», aunque en España la dinámica no ha alcanzado la de los países europeos.
Sobre el desarrollo de infraestructuras de recarga, España ocupa la última posición del ranking europeo con 15,7 puntos, mientras que la media se situó en 28,9. En el último trimestre solo se han instalado 272 puntos de recarga públicos, por lo que la infraestructura cuenta con 7.879 puntos, algo que «evidencia» la necesidad de impulsar su crecimiento, valora ANFAC.
«España necesita reforzar la instalación de puntos de recarga, como se está realizando en otros países de Europa, donde cabe destacar a Noruega (173,5 puntos), que encabeza el ranking europeo y crece más de 20 puntos en este último trimestre, o Hungría, que sube hasta la cuarta posición gracias al aumento de infraestructura de recarga rápida», valoró la entidad.
La organización aboga por incrementar el número de puntos de recarga tanto en vías interurbanas como urbanas, eliminar las trabas administrativas y permitir que el aumento de la demanda de vehículos eléctricos se consolide para ponerse a la par que en países como Italia, Francia o Alemania.
«La demanda de electro-movilidad está creciendo, con una oferta disponible de modelos cada vez más amplia, pero es necesaria una dotación mayor para las ayudas a la compra y convertir la instalación masiva de infraestructuras de recarga en un proyecto de país» y lograr el objetivo de descarbonización del parque automovilístico en 2050, opinó el director general de ANFAC, José López-Tafall.