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Esperanza Aguirre empleará el patrimonio del Ayuntamiento «sin prejuicios» para reducir la deuda

La candidata por el PP al Consistorio capitalino revisará el valor catastral de los inmuebles para bajar el IBI

Arropada por el que fuera su jefe, José Manuel Soria, de rojo y con tacón alto. Así se presentaba esta mañana Esperanza Aguirre la candidata por el Partido Popular al Ayuntamiento de Madrid al desayuno informativo organizado por el Foro Nueva Economía. Tras un discurso en el que ha ensalzado, entre otras, su cualidad de «hablar claro y nunca en politiqués», Aguirre ha afirmado que empleará «sin prejuicios» los 1.700 edificios de los que es titular el Ayuntamiento para reducir la deuda.

Previamente la candidata ha alabado la gestión tanto de la que el próximo domingo podría convertirse en su predecesora, Ana Botella, como la de la primera teniente de Alcalde y delegada del área de gobierno de Economía, Hacienda y Administración Pública, Concepción Dancausa, por la reducción de la deuda desde los más de 6.000 millones de euros hasta los 4.300 millones. «Madrid ha reducido su gasto corriente en nada menos que 500 millones de euros, lo que hace posible que sea  yo la alcaldesa o sea otro pueda hacer funcionar el Ayuntamiento», ha afirmado.

Aguirre  ha vuelto a reafirmarse en su compromiso de «no subir ningún impuesto». Todo lo contrario «en la medida de lo posible bajarlos todos». La que fuera presidenta de la Comunidad de Madrid ha insistido en que bajará a lo largo de la legislatura el IBI (Impuesto sobre Bienes Inmuebles) del 0,54 actual al 0,4. El impacto de esta rebaja será aún mayor si tenemos en cuenta que entre las primeras medidas que tomará nada más llegar al despacho del Consistorio será la de revisar el valor catastral de los inmuebles «hasta valores de antes de 2007». A diferencia de otras tasas municipales como el impuesto de circulación que «no lo tengo tan claro por con las consecuencias que se pueden producir sobre la contaminación al animar a los madrileños a comprar más coches», la plusvalía municipal cuya recaudación se ha multiplicado por cinco desde 2.010 (de 100 a 500 millones) y el impuesto de construcciones sí se encuentran entre los que se someterán al efecto tijera.

Entre los edificios que se podrían sacrificar durante el mandato de Aguirre se encuentra  el Palacio Cibeles que alberga actualmente los grandes despachos del Consistorio, y que se retornará de nuevo en Plaza de la Villa, «mi despacho, desde donde voy a escuchar a los madrileños, estará en la Casa de Cisneros donde ha estado siempre el despacho del Alcalde». A este respecto la candidata ha explicado que el traslado «costará cero euros a los madrileños». Sin embargo lo que ha dejado al albur es el destino del edificio Correos «ya lo iremos pensando cuando yo sea alcaldesa», ha afirmado.

Afán recaudatorio

Otra de las cuestiones sobre las que Esperanza Aguirre se ha mostrado más que contundente ha sido en acabar con el afán recaudatorio de las multas que «no tienen que estar para que el Ayuntamiento recaude sino para corregir conductas que pongan en peligro la circulación».

La mediática y popular iniciativa anterior se acompañará también del compromiso de reducir el gasto «en todo lo superfluo» para lo que se propone crear un departamento de auditoría y buenas prácticas, que copia el modelo del de las grandes empresas y entidades financieras, cuyo objetivo es «vigilar el correcto funcionamiento del Ayuntamiento y el comportamiento de todos los cargos públicos y que atenderá e investigará todas las denuncias que le lleguen».

La contratación pública también será otro de los pilares a través de los cuales Aguirre pretende que «todo aquel que tenga la tentación de corromperse lo tenga difícil». Para ello rebajará hasta los 3.000 euros el importe de los contratos que se adjudiquen por procedimiento negociado y sin publicidad que «no me han gustado nunca». Incluso podría prohibir las mejoras que se permiten en la normativa actual «el precio será la variable que más cuente y el resto de las consideraciones deberán ser objetivables y portal de transparencia».

Por otra parte, la candidata y «profesional del turismo» se responsabilizará de promover Madrid y convertirla en la ciudad de gran atractivo para los turistas extranjeros a partir del refuerzo de segmentos como el turismo de compras y de convertirla en una capital «business friendly».

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