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Estrategias ESG para la empresa

En el contexto empresarial actual, la adopción de una estrategia ESG ha emergido como un elemento crucial para impulsar la sostenibilidad y la reducción de CO₂. Estas estrategias sostenibles no solo responden a una creciente conciencia social y ambiental, sino que también se han convertido en un imperativo para las empresas que aspiran a una gestión responsable y a contribuir positivamente al medio ambiente.

La presión global por abordar el cambio climático y la crisis medioambiental ha elevado la importancia de las estrategias medioambientales dentro del marco ESG. Las empresas, al asumir la responsabilidad de sus impactos en el entorno, buscan activamente medidas que no solo mitiguen su huella de carbono, sino que también promuevan prácticas comerciales sostenibles y ecoeficientes.

Implementación de una estrategia ESG para la Reducción de CO₂

La aplicación de los principios ESG en la gestión empresarial no solo busca la sostenibilidad ambiental, social y de gobierno, sino que también contribuye a construir una reputación empresarial positiva, fortalece la relación con los stakeholders y posiciona a la empresa como un actor responsable y ético en el panorama empresarial global.

Desde Trinoa se proponen algunas estrategias ESG para empresas sostenibles que pueden ser aplicadas y así contribuir al cuidado del medioambiente y de la sociedad, con foco, sobre todo, en la reducción de emisiones de CO₂ en el sector empresarial.

Evaluación del Impacto Ambiental Actual

Realizar una evaluación exhaustiva del impacto ambiental y las emisiones de CO₂ en una empresa es crucial para comprender su huella ambiental y tomar medidas efectivas hacia la sostenibilidad. Para ello, lo primero y más importante que se debe hacer es definir, de forma clara, los objetivos de la evaluación, haciendo bastante hincapié en la identificación de las fuentes clave de emisiones de CO₂ de las empresas.

Así, se puede reunir datos relevantes sobre el consumo de energía, uso de recursos naturales, transporte, procesos de fabricación, gestión de residuos y otros aspectos relevantes de las empresas, utilizando facturas de servicios, registros de combustible, informes de producción y otros documentos para recopilar información. Una vez se tienen estos datos, se debe analizarlos y clasificar las fuentes de energía por categorías, como emisiones de CO₂ directas e indirectas para que el informe de sostenibilidad sea mucho más concreto.

Una vez que la organización tenga esta información ha de comunicar de manera transparente los resultados del informe de impacto ambiental empresarial y los progresos realizados hacia la reducción de emisiones. Involucra a los empleados, partes interesadas y clientes en iniciativas sostenibles para crear una cultura de responsabilidad ambiental.

Análisis de riesgos climáticos

Una estrategia ESG sólida debe contemplar un análisis exhaustivo de los riesgos climáticos que puedan afectar a la empresa. Esto implica evaluar la exposición a eventos climáticos extremos, como inundaciones o sequías, así como los riesgos de transición hacia una economía baja en carbono, como cambios en la regulación o la demanda de los consumidores. Identificar y gestionar estos riesgos no solo protege a la empresa de posibles pérdidas financieras, sino que también demuestra un compromiso real con la sostenibilidad y la resiliencia a largo plazo.

Establecimiento de Objetivos Medibles

Lo anterior no se puede realizar sin la implementación y establecimiento de unos objetivos específicos y medibles que ayuden a reducir las emisiones de CO2 de la empresa. Todo ello sin olvidar las prácticas ESG en la gestión de carbono. Basándose en los resultados de la evaluación, establecer metas claras y alcanzables para reducir las emisiones de CO2. Desarrollar planes de acción detallados que incluyan iniciativas específicas, plazos y responsables.

Por ejemplo, para ayudar a la medición de huella de carbono empresarial y así saber 100% el impacto real de la misma en el medio ambiente, se pueden utilizar herramientas y metodologías reconocidas, como la Norma ISO 14064 o el Protocolo de Gases de Efecto Invernadero (GHG Protocol), para calcularla. Y no hay que olvidar incluir todas las emisiones directas (alcance 1), emisiones indirectas relacionadas con la energía (alcance 2), y otras emisiones indirectas relevantes (alcance 3).

También es importante definir objetivos claros y que sean posibles. Irse por las nubes y no ser realistas no ayudará a la sostenibilidad empresarial. Por ejemplo, se puede proponer objetivos específicos y alineados con los principios ESG como «reducir las emisiones de CO₂ en un 20% en los próximos 5 años».

Dividir los objetivos en metas más pequeñas y alcanzables facilitará la implementación y permitirá realizar un seguimiento más preciso del progreso. Además de identificar las áreas específicas de las operaciones.

Por último, pero no por ello menos importante, revisar y ajustar los objetivos según sea necesario. La flexibilidad es clave para adaptarse a cambios en las condiciones del mercado, avances tecnológicos y nuevas oportunidades.

Integración de Prácticas Sostenibles en Operaciones Diarias

Todo esto está muy bien y es evidente que hay que hacerlo, pero ¿cómo integrar prácticas sostenibles en las operaciones diarias de una empresa?

Existen varias iniciativas entre las cuales destaca el cálculo de la eficiencia energética, es decir, analizar la eficiencia de los procesos y operaciones para identificar oportunidades de mejora en el uso de la energía. Considerar la posibilidad de implementar tecnologías más eficientes, fuentes de energía renovable y prácticas de conservación. También es una práctica recomendada analizar los procesos de producción, examinar los procesos de fabricación para identificar áreas donde se puedan reducir las emisiones de CO2, como la optimización de la cadena de suministro, la reducción de residuos y el reciclaje. Evaluar la posibilidad de adoptar tecnologías más limpias y procesos más sostenibles. En línea con la anterior, evaluar la cadena de suministro, lo que implica analizar la cadena de suministro para identificar impactos ambientales en las etapas previas y posteriores a la producción. Y por último, monitorear y medir continuamente las actividades de la organización, implementando sistemas de monitoreo continuo para evaluar el progreso hacia las metas establecidas y realizando auditorías regulares para asegurar la precisión de los datos y la efectividad de las medidas implementadas.

Compromiso Social y de Gobernanza: involucrando a los Stakeholders

El involucramiento de stakeholders en estrategias ambientales es una parte bastante importante. Consultar con partes interesadas internas y externas, como empleados, clientes y comunidades locales, para asegurar que los objetivos reflejen las expectativas y necesidades de todas las partes involucradas.

La participación de stakeholders en la implementación de la estrategia ESG pueden dar perspectivas únicas y valiosas para reducir emisiones. Por ejemplo, los empleados pueden proponer mejoras operativas, los clientes pueden expresar preferencias por productos sostenibles y las comunidades locales pueden ofrecer ideas para la mitigación de impactos medioambientales.

Al alinear las estrategias ESG con las expectativas de los stakeholders, hará más probable que se comprometan y contribuyan activamente a las iniciativas de reducción de emisiones. Por ello, se deben invitar a participar activamente en la planificación e implementación de proyectos relacionados con la reducción de emisiones. Por ejemplo, los proveedores pueden contribuir a prácticas más sostenibles en la cadena de suministro.

Crear incentivos y programas de reconocimiento para motivar la participación activa y el logro de objetivos relacionados con ESG estimulará la innovación y el compromiso. Además, el reconocimiento público reforzará la reputación de la empresa como líder en sostenibilidad. Para todo lo anterior, es importante proporcionar educación y capacitación sobre la importancia de la reducción de emisiones y la estrategia ESG.

Gobernanza Efectiva

La importancia de una gobernanza efectiva en la implementación de una estrategia ESG radica en su capacidad para garantizar la integridad, la transparencia y la responsabilidad en todas las acciones empresariales relacionadas con la sostenibilidad. Para conseguir una gobernanza sostenible en empresas y una gestión ambiental corporativa implica asignar claramente responsabilidades para todos los sectores, incluyendo la implementación de las ESG.

Para ello, se debe identificar a los líderes y equipos responsables de supervisar y ejecutar iniciativas específicas relacionadas con el medio ambiente, aspectos sociales y cuestiones de gobernanza. De esta forma, se evitará la ambigüedad y garantizará que haya personas responsables de la consecución de objetivos específicos. Esto promueve la rendición de cuentas y permite una supervisión eficaz del progreso.

La comunicación y toma de decisiones transparente fomenta la confianza y puede movilizar el apoyo, tanto dentro como fuera de la empresa. La transparencia fortalece la reputación de la misma y reduce el riesgo de críticas. Los stakeholders confían en las organizaciones que comunican abiertamente sus decisiones y proporcionan información detallada sobre cómo están abordando los aspectos medioambientales, sociales y de gobernanza.

Medición y Reporte de Impacto

El conocimiento de la medición y el reporte de impacto que tiene la empresa a nivel social, medioambiental y de gobernanza es una parte esencial, y la parte final, para conocer el resultado de la implementación de las estrategias y prácticas ESG.

Herramientas de Medición y Monitoreo

Medir y monitorear el impacto de las estrategias ESG en la reducción de CO₂ implica el uso de herramientas y métricas específicas diseñadas para evaluar el desempeño ambiental de una empresa.

Huella de carbono. Existen herramientas especializadas de cálculo de huella de carbono, como el Protocolo de Gases de Efecto Invernadero (GHG Protocol) y otras plataformas de contabilidad de carbono. Se puede medir calculando las toneladas de CO₂ (tCO2e) equivalente emitidas por un año o unidad de producción

Ciclo de vida. Evalúa el impacto ambiental de un producto o servicio a lo largo de su ciclo de vida, desde la extracción de materias primas hasta su eliminación. Existen softwares especializados como SimaPro, GaBi, y OpenLCA.

Plataformas de información ambiental. Estas recopilan datos ambientales y ofrecen informes detallados sobre el desempeño ambiental de una empresa como CDP (Carbon Disclosure Project) o GRI (Global Reporting Initiative).

Y no olvidar que desde Trinoa pueden ayudar también en todo esto y mucho más para asegurar la sostenibilidad empresarial y medio ambiente.

Impacto social de una estrategia ESG

Una estrategia ESG efectiva va más allá de la reducción de emisiones y abarca un impacto social positivo. Esto implica promover la diversidad e inclusión en el lugar de trabajo, apoyar a las comunidades locales, garantizar condiciones laborales justas y fomentar relaciones éticas con proveedores y clientes.

Al integrar estos aspectos sociales en la estrategia ESG, las empresas no solo mejoran su reputación y atraen talento, sino que también contribuyen al bienestar de la sociedad y generan un impacto positivo en su entorno.

Informe de Sostenibilidad

Como se anunciaba anteriormente, la preparación de informes de sostenibilidad transparentes y precisos es crucial para comunicar de manera efectiva los logros y mejoras en la reducción de emisiones de CO₂. Pero realizarlos puede resultar un poco complejo.

Establecer un marco de informes donde sean claros los objetivos del mismo y la audiencia a la que está

Reunir los datos de fuentes externas e internas.

Contextualiza resultados, ya que proporcionará datos relevantes como las tendencias a lo largo del tiempo y, de esta forma, se podrán comparar con objetivos anteriores.

Utilizar cifras específicas para mostrar las reducciones de emisiones de CO₂ logradas. Esto puede incluir métricas como tCO2e reducidas por año o por unidad de producción

Resaltar proyectos específicos, tecnologías o prácticas que hayan contribuido significativamente a la reducción de emisiones.

Reconocer y comunicar los desafíos encontrados en el proceso. Explicar cómo la empresa está abordando estos desafíos y las lecciones aprendidas.

Incorporar gráficos, tablas y visualizaciones para hacer que los datos sean más accesibles y fáciles de entender.

Conectar los logros en la reducción de emisiones con los principios ESG y otros objetivos de sostenibilidad de la empresa.

Detallar los objetivos futuros para la reducción de emisiones y otras iniciativas sostenibles. Asegurar de que sean específicos, medibles y alineados con los principios ESG.

Desarrollar una narrativa que destaque la importancia de los esfuerzos de reducción de emisiones en el contexto de la sostenibilidad a largo plazo de la empresa.

Antes de la publicación, hay que realizar una revisión exhaustiva y válida la precisión de los datos para garantizar la integridad del informe.

Una estrategia ESG efectiva ofrece una serie de beneficios clave para las empresas y la sociedad. Además de la reducción de emisiones de CO2, también mejorará la reputación de la misma, atraerá talento, se tendrá acceso a financiación sostenible y mucho más. Al adoptar principios y acciones sostenibles, las empresas no solo contribuyen a la construcción de un mundo más cuidado, sino que también aseguran su propia viabilidad a largo plazo en un entorno empresarial cada vez más consciente de la responsabilidad social y ambiental.

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