Bruselas y el BCE aún ven vulnerable la economía española
El Banco Central Europeo y la Comisión Europea han recordado que los altos niveles de paro y deuda hacen muy vulnerable a la economía española ante posibles nuevas crisis. Tras este diagnóstico, Europa ha instado al ejecutivo de Mariano Rajoy que continue con las reformas haciendo especial incidencia en la unidad de mercado, reducir la dualidad en el mercado laboral entre contratos fijos y temporales y aprobar la ley para liberalizar los servicios profesionales.
Las recomendaciones están incluidas en los informes de los inspectores de la troika que visitaron Madrid del 12 al 18 de marzo y el pasado 14 de abril. En el documento, Europa explica que los riesgos de que España no devuelva los 38.200 millones de euros que aún debe del rescate bancario aún son “muy bajos”.
No obstante, Bruselas y el BCE alertan de que «todavía quedan retos para el sector financiero español». «En particular, pese a la mejora de las perspectivas económicas, un stock de crédito que todavía está bajando y el actual entorno de bajos tipos de interés plantean un riesgo a la sostenibilidad a largo plazo de la rentabilidad de los bancos», subrayan. Los inspectores recuerdan que España todavía debe aprobar la legislación secundaria para las cajas de ahorro y completar la privatización de los bancos bajo control público, en particular Bankia.
Acabar con las reformas inacabadas
En concreto, Bruselas y el BCE insisten en que «las reformas inacabadas deben concluirse (por ejemplo la ley de unidad de mercado) o complementarse con medidas adicionales (por ejemplo para abordar la segmentación del mercado laboral». Y apuntan a la existencia de «riesgos de aplicación» por la necesidad de que se coordinen los diferentes niveles de administración central y autonómicas.
«Además, hay algunas reformas clave pendientes, como la reforma de los servicios profesionales y las organizaciones profesionales que, si se aprueban, beneficiarían al conjunto de la economía», apunta el informe. «El Gobierno se está quedando sin tiempo de reformar los servicios profesionales en la actual legislatura» y ello sería una «oportunidad perdida», según los inspectores.
Bruselas y el BCE reiteran que la reforma tributaria que está en vigor desde enero de 2015 y que ha supuesto una rebaja del impuesto sobre la renta es «una oportunidad parcialmente perdida para simplificar el sistema de forma significativa» y «hace que la consolidación fiscal sea más difícil».