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Europa pide más ante el desafío griego

Tsipras tendrá tres días para poner en marcha las reformas

No ha habido acuerdo en el Eurogrupo. Los ministros de finanzas de la Eurozona han dejado el testigo a sus superiores tras la reunión mantenida esta tarde quienes dan tres días al Gobierno heleno para que ponga en marcha las reformas que constan en el exigente borrador de medidas fiscales con las que se intentará recuperar la dañada economía helena y que parte de la «necesidad crucial» de recuperar la confianza con las autoridades griegas.

Entre las medidas «inmediatas» que se exigen en el documento los líderes de la zona euro la subida del IVA, la ampliación de la base imponible y la reforma del sistema de pensiones. Medidas todas ellas que afectarán de forma directa a los ciudadanos griegos que a estas horas continúan manifestándose frente al Parlamento de Atenas en contra de la austeridad.

Además Tsipras deberá mantener el objetivo de superávit fiscal primario del 3,5 por ciento del PIB en 2018 y continuar con las privatizaciones. A ello se suman las reformas de la Administración y del sistema laboral.

Salida temporal del Euro  

Una alternativa que tanto el Presidente del Consejo Europeo, Donal Tusk, como los líderes europeos encabezados por la canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, François Hollande, intentan evitar en la reunión que todavía se mantiene en Bruselas. Para ello se estudian medidas para «suavizar aún más, si fuera necesario» la deuda griega.

Grecia, y según lo que se recoge en los documentos de trabajo que obran en poder de los líderes de la Eurozona, necesitaría una inyección de entre 82.000 y 86.000 millones de euros.

Por otra parte, según informa Europa Press el Ejecutivo heleno deberá asumir el pago 7.000 millones de euros el 20 de julio y otros 5.000 millones antes mediados del mes de agosto.

Europa, a cambio, realizaría un transferencia por valor de 50.000 millones de euros a un fondo fiduiciario que si bien estaría gestionado por las el Gobierno griego quedaría, a propuesta de Alemania, controlado por las autoridades europeas. Punto éste en el que parece no haber consenso ya que tal y como ha afirmado el presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz,  «podría tocar directamente al orgullo griego. Hay que evitar al máximo que Grecia sea humillada», al ser preguntado sobre el fondo fiduciario».

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