La Comisión Europea ha presentado hoy un paquete de medidas para ofrecer un nuevo acuerdo para los consumidores de energía, rediseñer el mercado europeo de la electricidad y actualizar el etiquetado de eficiencia energética y revisar el régimen de comercio de derechos de emisión de la Unión. Bruselas ha destacado que estas propuestas están encuadradas dentro de la estrategia europea de la Unión de la Energía.
El vicepresidente de la Comisión Europea y responsable de la Unión de la Energía, Maroš Šefčovič, ha explicado: “En la estrategia de la Unión de la Energía estamos comprometidos con la capacitación de los consumidores europeos, con la creación de un mercado único de la energía que funcione correctamente, que priorice la eficiencia energética y sea el número uno en energías renovables. Hoy en día, cinco meses después de la adopción de la estrategia de la Unión de la Energía, este paquete de verano pone de manifiesto nuestra determinación de descarbonizar la economía y ofrecer a los consumidores un papel central en la transición energética de Europa. No solo implica un nuevo acuerdo para los consumidores, sino un nuevo acuerdo para la totalidad del sistema energético de Europa”.
Por su parte, Miguel Arias Cañete, comisario europeo de Acción por el Clima y Energía, ha declarado lo siguiente: “Una acción vale más que mil palabras. Hoy hemos dado un paso decisivo hacia la consolidación en la normativa del objetivo de la UE de reducir al menos un 40 por ciento las emisiones de aquí a 2030. Mi mensaje a nuestros socios mundiales antes de la conferencia sobre el clima de París: la UE mantiene sus compromisos internacionales. Y mi mensaje a los inversores, las empresas y la industria: inviertan en energías limpias; están aquí para quedarse y seguir creciendo. Con estas propuestas, Europa está, una vez más, mostrando el camino y liderando la transición mundial hacia una sociedad hipocarbónica”.
Un régimen europeo de comercio de derechos de emisión apropiado para el futuro
El régimen de comercio de derechos de emisión (RCDE) de la UE es el instrumento principal de Europa para luchar contra el cambio climático y situar a la UE en el camino hacia una economía hipocarbónica. La propuesta de hoy envía una poderosa señal a la comunidad internacional en vísperas de la cumbre del clima de París. La propuesta llega en un momento crítico en el que otras partes importantes, tales como el G7 y China, también han demostrado su firme determinación. La Comisión revisó el régimen de comercio de derechos de emisión a fin de garantizar que siga siendo la manera más eficaz y rentable de reducir las emisiones en la próxima década. Este es el primer paso legislativo hacia la aplicación del compromiso de la UE de reducir al menos un 40 por ciento sus emisiones de gases de efecto invernadero antes de 2030. Las acciones climáticas ambiciosas crean oportunidades de negocio y abren nuevos mercados para la innovación y la utilización de las tecnologías de baja emisión de carbono. La propuesta de enfoque más específico tiene por objeto mantener la competitividad internacional de aquellos sectores industriales que corren el mayor riesgo de ver su producción reubicada fuera de la UE a jurisdicciones menos exigentes en materia de emisiones de gases de efecto invernadero, así como propiciar la inversión energética hacia energías alternativas más limpias e innovadoras. Además, la Comisión propone que los Estados miembros utilicen los ingresos procedentes del comercio de emisiones para financiar medidas encaminadas a ayudar a terceros países en la adaptación a las repercusiones del cambio climático.
Revisión del etiquetado de eficiencia energética para que sea más claro
La eficiencia energética en primer lugar es un principio nuclear de la estrategia de la Unión de la Energía, ya que es una manera eficaz de reducir las emisiones, de que los consumidores ahorren y de reducir la dependencia de la UE de las importaciones de combustibles fósiles. Desde su introducción hace veinte años, el éxito del etiquetado energético ha fomentado el desarrollo de productos cada vez más eficientes desde el punto de vista energético. Esto ha dado lugar a que la actual etiqueta resulte demasiada compleja. La Comisión propone volver a la escala de etiquetado de energía original de A a G, que es más sencilla y más comprensible para los consumidores.
La propuesta de revisión de la Comisión de la Directiva sobre el etiquetado de la eficiencia energética garantiza la coherencia y la continuidad, y asegura que los consumidores puedan realizar más elecciones con conocimiento de causa, lo que les ayudará a ahorrar energía y dinero.