Si hablamos Eva Isanta podemos hablar de naturalidad o de cercanía. Pero si hay algo que la define son sobre todo sus ganas de trabajar y de dar lo mejor de si misma en cada actuación. La actriz conocida por series como Farmacia de Guardia, Aquí no Hay Quien Viva y La Qué se Avecina se ha subido a los escenarios del Teatro Alfil con su nueva obra de Teatro «Atrapados». En esta comedia dramática,escrita y dirigida por Alejandro Meler, lo real y lo imaginario se unen cuando tres empleados de banco se quedan atrapados en la cámara acorazada de la sucursal. Eva nos ha contado las claves de la obra, que no deja indiferente a nadie.
¿Qué te atrajo de la función?
La temática. El texto está en una línea de comedia dramática, hay puntos dentro del drama, y después de tanto tiempo haciendo comedia me atrajo mucho la posibilidad de cambiar de registro. Además toca temas de actualidad, de manera inteligente, amena para el espectador. No está aislado de una realidad social tremenda, que es la de la burbuja y la crisis que nos afecta a todos.
Es una propuesta muy innovadora ¿Qué aspectos destacarías?
La línea argumental es novedosa, sobre todo, la parte más innovadora es en la que el autor introduce unas ensoñaciones, retrocesos en el tiempo que son como pequeñas obras dentro de la obra, esto es muy novedoso y es lo que más sorprende al público. Por ahora, está teniendo muy buena acogida.
Háblanos de tu personaje, ¿qué le sucederá?
Mi personaje en la obra, Rosa, es una psicóloga vocacional. Se trata de una mujer que llega a las 40, y trabaja como jefa de recursos humanos en un banco. No le gusta su trabajo, ni hace nada grato, vive una lucha interna con su moralidad. En el momento que le toca vivir, empieza una lucha y toma decisiones para cambiar.
¿Crees que el teatro tiene ese poder de cambiar la realidad social?
El teatro tiene una gran influencia social, es el espejo de la sociedad. La gente sigue yendo al teatro porque necesita que le pongan un espejo delante. Por supuesto, también para evadirse, pero el factor social está muy presente en el teatro, y si puede ser motor de cambio.
¿Necesitabas volver a subirte a los escenarios?
Yo empecé en teatro, y sí, necesitaba volver a subirme a las tablas, tener contacto directo con el público. Es un contacto muy inmediato, muy cercano. Tanto para mi, como para mis compañeros Mauricio Bautista y Victor Palmero, cada obra es una fiesta, nos lo pasamos fenomenal.
¿Cómo compaginas tu trabajo en La Que se Avecina con la obra?
Es cansado, pero también es muy reconfortante. El teatro es muy intenso. Ahora con el rodaje de la octava temporada de La Qué se Avecina, el ritmo es un poco frenético, pero lo llevo bien. Grabamos la serie entre semana, y con Atrapados estamos jueves y viernes. ¡Ahora nos han prorrogado también al sábado! Así que, por suerte puedo compaginarlo bien.