La Alianza para la Excelencia Turística (Exceltur) ha revisado a la baja su previsión de crecimiento de la actividad turística en el conjunto de 2018, dejándolo ahora en el 2%, frente al 2,6% previsto en julio.
Según el informe presentado este jueves por este ‘lobby’ turístico, de confirmarse estas previsiones, el turismo cerraría el ejercicio con un crecimiento menor al de la economía en general, ya que el Gobierno estima que el PIB se incrementará un 2,6%. De esta manera, se rompe con la tendencia de años anteriores, en que el turismo subía significativamente más que el PIB.
Uno de los factores que explican esta caída de las previsiones es un menor dinamismo del previsto de la demanda nacional en los principales destinos vacacionales españoles, que no ha compensado la totalidad del retroceso de la demanda extranjera en la temporada de verano.
También ha influido la fuerte intensidad en la recuperación de turistas de los principales mercados europeos en los países competidores del Mediterráneo Oriental, impulsados a partir de julio por la depreciación de la lira turca, que, junto a la buena meteorología en los países de origen, ha frenado más de lo esperado la llegada de turistas a España.
Además, Exceltur considera que ha tenido efecto la prolongación de los efectos negativos sobre el turismo en Cataluña, derivados de la inestabilidad percibida por su elevada incertidumbre política.
Asimismo, apunta como otro de los motivos el peor comportamiento descontado de las economías de los principales mercados europeos, incluido España, cuyas previsiones de crecimiento han sido ajustadas a la baja por analistas e instituciones internacionales.
Por último, explica la caída por el repunte del precio del petróleo, por encima de lo esperado, y la revisión de sus niveles al alza para los próximos meses, que irá reflejándose paulatinamente en un encarecimiento del coste de los desplazamientos turísticos.
Exceltur también presentó hoy su balance del tercer trimestre, en el que la actividad turística creció un 1,1%, incremento acorde a la desaceleración en el crecimiento de los ingresos turísticos extranjeros y el menor empuje del esperado de la demanda nacional.