La Asociación Española para el Estudio del Hígado (AEEH) y la Sociedad Española de Trasplante Hepático (SETH) denunciaron hoy la dificultad que encuentran los pacientes de hepatitis C para acceder a un tratamiento eficaz de su enfermedad en los hospitales españoles.
Ante esta situación, ambas organizaciones demandaron que se agilice el acceso a los antivirales de acción directa de segunda generación para aquellos pacientes en situación muy avanzada.
«Los nuevos medicamentos para esta patología, ya aprobados por la Agencia Europea del Medicamento o de próxima aprobación, presentan tasas de curación superiores al 90%, lo que va a permitir afrontar, en un futuro no muy lejano, la erradicación de esta enfermedad», explicó el doctor Jaume Bosch, presidente de la AEEH, director científico del Ciber de Enfermedades Hepáticas y Digestivas y miembro del Hospital Clínic de Barcelona.
La Agencia Española del Medicamento aprobó el acceso precoz a este tipo de fármacos para tres grupos de pacientes que, por su especial gravedad, no pueden esperar al trámite administrativo pendiente. Se trata de pacientes de cirrosis con un alto riesgo de descompensación o muerte, aquellos que se encuentran en lista de espera para recibir un trasplante y quienes ya han sido trasplantados.
«Es urgente disponer de estos medicamentos para poder tratar a los pacientes trasplantados con hepatitis C y evitar la recidiva de hepatitis C después del trasplante hepático», expuso el doctor José Antonio Pons, secretario de la SETH y jefe de la Sección del Servicio de Aparato Digestivo del Hospital Universitario Virgen de la Arrixaca de Murcia.
Con el objetivo de garantizar una calidad asistencial a todos los pacientes hepáticos, la AEEH está trabajando en una propuesta de Estrategia Nacional de Salud con cuatro pasos de actuación piramidal, entre los que se encuentran la educación y concienciación social sobre este tipo de enfermedades, la formación médica, el diagnóstico de los pacientes y el acceso a los medicamentos.
A través de esta estrategia, se pretende garantizar el acceso por igual a todos los pacientes gracias a las enormes tasas de curación que presentan. «Estos tratamientos, además, son coste-efectivos, y suponen una reducción del gasto farmacéutico derivado de otras enfermedades hepáticas», concluyó el doctor Bosch.