La subida del impuesto de matriculación, que entrará en vigor el próximo 1 de enero, motivará que durante el año próximo se dejen de matricular entre 70.000 y 100.000 vehículos, debido al sobrecoste que supondrá para los automóviles.
Así lo indicó el presidente de la Federación de Asociaciones de Concesionarios de la Automoción (Faconauto), Gerardo Pérez, en un encuentro con prensa donde advirtió de que la ralentización que está sufriendo la automoción en su recuperación, tras la crisis sanitaria, está haciendo peligrar también que la economía y el consumo del país despeguen antes.
Por ello, el directivo consideró «urgente» a corto plazo impulsar el mercado tras haber repetido en 2021 los mismos «malos» datos que en 2020, con algo más de 850.000 unidades. Para el siguiente ejercicio, Faconauto maneja un escenario optimista, en el que se registrarían alrededor de 968.000 unidades, lo que supondría un crecimiento de las matriculaciones del 13%, y otro pesimista en el que apenas se sobrepasarían las 900.000 unidades.
Estos escenarios dependerán de la evolución de la Covid-19 y de cómo siga repercutiendo la crisis de los microchips, así como del impacto de la subida del impuesto de matriculación, efectiva a partir de enero del año que viene.
El presidente de la organización indicó que esta subida impositiva «desmovilizará» ventas, como ya ocurrió en el primer semestre de este año, antes de que quedara «congelado» el impuesto, y afirmó que se podrían perder entre 70.000 y 100.000 matriculaciones adicionales.
Según las previsiones de Faconauto con datos de la consultora MSI, en 2023 las matriculaciones de vehículos no llegarían a 1,1 millones, por lo que la recuperación real no se produciría hasta el año siguiente, cuando se alcanzarían las ventas previas a la pandemia.
Para la federación, la transición ecológica del sector tiene que ser «sostenible», en términos de tiempo, economía y de la propia sostenibilidad. Por ello, Pérez indicó que es esencial salvaguardar la actividad de los concesionarios españoles y su seguridad jurídica frente a actores que usan el canal ‘online’ para vender coches directamente.
La transición ecológica del sector pasa por abordar una nueva fiscalidad del automóvil, que sería verde y que estaría vinculada al uso y no a la posesión del vehículo, además, de proporcionar certidumbre a los usuarios. Esa transición pasa, en su opinión, también por que el vehículo eléctrico llegue a una base más amplia de ciudadanos y por que los nuevos modelos de movilidad alcancen a todos los territorios «de la España vaciada».
«Nuestro sector está en plena transición del modelo de negocio y, sin esa seguridad jurídica, podrían quedarse por el camino demasiadas ‘pymes’ y puestos de trabajo en toda España, algo que tendría un impacto especialmente severo en zonas con menor actividad económica, en lo que llamamos la España vaciada», indicó Pérez.
En este sentido, el presidente de la organización calificó la situación de las empresas españolas como de «preocupante», ya que se están realizando grandes reformas y sin embargo, no hay suficiente seguridad.
«Como patronal de los concesionarios estamos empeñados en difundir la importancia del empresariado en la transformación del país, que se vincula con los temas que preocupan al conjunto de la sociedad», recalcó.
En su intervención, también agradeció al Gobierno y a las administraciones, dado que la patronal, a nivel autonómico y local ha encontrado «receptividad» en un trabajo que está siendo «muy intenso».